La epididimitis crónica ¿Se puede transmitir a otra persona? ¿Es causa de infertilidad?

Sin examinarle no es posible asegurarlo, pero por lo que describe, probablemente se trate de una epididimitis, ya que su diagnóstico no es difícil tras un examen clínico.

Normalmente, este problema traduce varios episodios de epididimitis previas, y a pesar de que el problema irá resolviéndose con calma y sin apenas tratamiento, hay que buscar porqué se han producido estas epididimitis, ya que dependiendo de su causa, precisará un tratamiento específico o no.

En personas jóvenes, sobre todo si tienen relaciones sexuales con diferentes parejas, y más aún, si estas son sin preservativo, debe descartarse siempre que la epididimitis no esté causada por una infección urinaria o una enfermedad de transmisión sexual, concretamente, una gonorrea, una clamidia o una sífilis.

También son frecuentes las infecciones por E.coli, germen muy frecuente en la orina y las heces. Otras causas raras son las enfermedades por brucella o tuberculosis, o que se haya sufrido algún traumatismo que haya podido pasar desapercibido (por ej. traumatismos repetidos por montar en bicicleta o al practicar deporte). Para realizar el estudio de la causa hay que tomar muestras de orina y cultivarlas, así como serologías y otros análisis de sangre que nos descarten la presencia de estos gérmenes. Es conveniente que su médico de cabecera o urólogo realice un estudio en esta línea.

El epidídimo tiene un papel clave en la maduración de los espermatozoides, y si se lesiona, puede producir un grado de infertilidad que puede ser reversible si el problema se resuelve y no produce obstrucción permanente. Esto se puede certificar con un examen del semen, que nos indicará si la calidad de este ha descendido y si hay algún problema concreto.

Si se diagnostica una causa infecciosa, el tratamiento será un antibiótico de elección para dicho germen, y ver la evolución. En caso de que el proceso haya afectado a su fertilidad, hay que vigilar su evolución, pero habitualmente, el otro testículo puede suplir este problema. En casos severos bilaterales, se puede acceder directamente a las células precursoras de los espermatozoides en el escroto, y proceder a una fertilización in vitro posterior.