La posición adecuada del paciente y del profesional, el uso de una técnica correcta y unas medidas de asepsia son normas imprescindibles para el éxito de la gingivectomía. Una historia y exploración previas, así como la realización de una radiología son también imprescindibles.
La técnica debe realizarse de una forma reglada y comprende: anestesia correcta, marcado de la profundidad de las bolsas en la encía, corte con bisturí siguiendo las marcas, eliminación del tejido gingival y remodelación, raspado y alisado radicular, y colocación de un apósito periodontal. El material extraído debe ser enviado para su análisis histopatológico.