El polihidramnios es definido como un excesivo volumen de líquido amniótico en relación con la edad gestacional. Antes del advenimiento del ultrasonido, el mismo era sospechado clínicamente ante el aumento de la altura uterina para una determinada edad gestacional o por la inhabilidad de palpar partes fetales y se confirmaba en el momento de la ruptura de las membranas o el parto. En términos cuantitativos es considerado cuando el volumen de líquido amniótico es superior a 2000 ml. La ecografía de tiempo real es en la actualidad el método primario para la determinación del volumen de líquido amniótico.
Cuando el polihidramnios es definido clínicamente, su incidencia es alrededor de 0’4%; mientras que cuando el mismo se define a través de la técnicas ecográficas semicuantitativas, la incidencia reportada es de 0’93 a 1’7%.
El polihidramnios puede ser clasificado como agudo o crónico. El polihidramnios agudo usualmente ocurre en el segundo trimestre (antes de las 24 semanas de gestación), caracterizándose por una rápida acumulación de líquido amniótico en un período de pocos días, asociándose con un aumento de morbilidad materna y fetal. El pronóstico perinatal es reservado principalmente debido a la prematurez. En contraste, el polihidramnios crónico se inicia más tardíamente, en el tercer trimestre, y su comienzo es más insidioso, desarrollándose durante semanas en forma asintomática. El resultado perinatal es variable dependiendo de su etiología. Las presentaciones agudas son raras, siendo la relación polihidramnios crónico - agudo = 50/1.
La formación y mantenimiento del líquido amniótico se mantienen en un equilibrio dinámico y reflejan la integridad de los sistemas cardiopulmonar, gastrointestinal, urogenital, así también como el flujo sanguíneo uteroplacentario. Cualquier alteración en los factores que regulan la producción y eliminación del líquido amniótico, conllevan a un incremento anormal del volumen del mismo. En términos generales se puede agrupar las etiologías en cuatro grandes grupos:
A. Idiopático El polihidramnios idiopático ha sido la forma más frecuente en varios estudios, representando alrededor del 67% de los mismos.
B. Causas maternas.
B.1 Diabetes mellitus: El polihidramnios se observa en el 1’5 a 66% de todos los embarazos de mujeres diabéticas. La diabetes puede ser responsable de aproximadamente un 15% de todos los polihidramnios. El mecanismo responsable del polihidramnios aún no esta claro. Se cree que la hiperglucemia fetal con poliuria incrementaría la osmolaridad del líquido amniótico, lo cual resultaría en una transferencia neta de agua desde el feto a la cavidad amniótica. Sin embargo, se realizaron mediciones del volumen urinario fetal en pacientes con diabetes y no mostraron ser superiores a los de la población general.
B.2 Isoinmunización: Anticuerpos anti antígenos eritrocitarios D, c, Kell, Duffy y Kidd constituyen la mayor causa de aloinmunización en el embarazo. Sin embargo representan sólo el 1% de las causas de polihidramnios.
B.3 Litio: El tratamiento materno con litio ha sido asociado con polihidramnios probablemente por el desarrollo de diabetes insípida fetal.
C. Causas placentarias Las causas más frecuentes de polihidramnios son el corioangioma placentario y el síndrome de la placenta circunvalada, representando menos del 1%
D. Causas fetales.
D.1 Malformaciones fetales: Representan el 20% aproximadamente de las causas de polihidramnios. En varias series las mismas se presentaron en el 64% de los casos en los cuales el desarrollo clínico del polihidramnios fue agudo o subagudo. Las malformaciones congénitas que con mayor frecuencia se asocian a polihidramnios son las del sistema gastrointestinal y sistema nervioso central.