Si el niño está sano, sin síntomas, suele ser un hallazgo de laboratorio, ya que hay algunas personas que tienen tendencia a tener los leucocitos elevados toda su vida.
Las posibles causas son muchas, pero lo mejor que puede hacer es hablar con el médico de su hijo y que éste le explique como está la situación, porque con ésta información igual se asusta usted en vano.