Mi mujer tiene 34 años y está embarazada de 30 semanas (tenemos otra hija de dos años).
Hace unos meses, se le apreció una lesión en el seno izquierdo (parte superior izquierda adyacente a la mama) que tras ecografía, fue diagnosticado como lesión de tipo quístico, si bien con algún eco sugerente de contenido, de 1’08 cm. en su diámetro mayor. Al aumentar de tamaño la lesión, dos meses después, se le practicó un PAAF guiado por ecografía del que ha resultado una lesión tumoral (sugerente de carcinoma) de 2 cm en su diámetro mayor.
Puesto en contacto con el oncólogo, se va a proceder a la extirpación del tumor y algunos ganglios axilares durante la próxima semana. Tras la exploración del oncólogo, se inclina a priori por una cirugía conservadora de la mama y completar el tratamiento con radioterapia (si no hubiera metástasis ganglionar) o quimioterapia (si la hubiere). Se dará hormonoterapia a tenor de los resultados de receptividad. En ambos casos, el tratamiento coadyuvante se iniciaría tras el parto.
Mi mujer tiene antecedentes de cáncer de mama (madre, abuela). Tras la exploración preliminar, el oncólogo se muestra razonablemente optimista dado que, según el, el tumor es pequeño y, a la palpación, parece no haber afectado a los ganglios.
Preguntas: ¿Es preferible la mastectomía radical? Dada la rápida progresión del tumor, ¿hay riesgo en demorar el inicio del tratamiento coadyuvante hasta el parto? ¿Es conveniente radiar la axila si se han extirpado ganglios? Según las estadísticas actuales y la eficacia de los tratamientos, ¿cuáles son las expectativas razonables de supervivencia y recurribilidad del tumor?