Hace un año fui operado de un neumotórax espontáneo recidivo y desde hace cinco meses he vuelto a practicar deporte un poco más en serio (como antes del neumotórax), que en mi caso es correr (5 días a la semana, alrededor de una hora).
El problema es que pierdo peso con bastante facilidad y me gustaría saber como solucionarlo, sobre todo por evitar volver al peso de cuando el neumotórax (69 kg), dado que es un factor de riesgo, según tengo entendido. Actualmente peso 71,4 kg (estaba pesando 74-75 kg) y mido 1’77, pero no querría bajar de los 74-75 kg.
Igualmente, me gustaría saber por qué sigo teniendo molestias en la zona de la operación y si hay posibilidad de tener otro neumotórax a pesar de que graparon la pleura.
Si no hay secuelas, se puede realizar una vida normal a las 6-8 semanas de resuelto el neumotórax, con ejercicios de todo tipo, aunque como recomendación posible sería evitar los ejercicios violentos, que puedan conllevar traumatismos torácicos o que requieran una gran utilización de sus pulmones (por ejemplo buceo).
El neumotórax espontáneo, suele ser debido a bullas pulmonares y en un 30% pueden llegar a ser bilaterales. En este caso, tendría mayor susceptibilidad a que una de esas bullas se rompa produciendo un neumotórax, si se hacen deportes a gran altitud, como la montaña alpina o paracaidismo, o el submarinismo, aunque en principio, puede realizarlos.
Se asocian más a fumadores y a sujetos altos y delgados, pero el subir de peso no evitará que se produzca, porque la bulla pulmonar ya estará presente.
Es normal que todavía tenga una molestia en la cicatriz, ya que esto es individual para cada paciente, sin que indique complicación alguna.
Normalmente, en la zona operada no se produce un nuevo neumotórax.