La dermatitis o eccema atópico es una dermatitis, inflamación de la piel, que se caracteriza por lesiones cutáneas con eritema descamación, vesículas, exudación, fisuras, lesiones de rascado y zonas engrosadas (liquenificación), casi siempre con picor. Estas lesiones aparecen en diferentes estadios en forma de placas que pueden aparecer dependiendo de la edad en la cara, las flexuras de extremidades, o en diversas áreas del cuerpo, incluso en algunos pacientes en toda la extensión de la piel (eritrodermia).
La dermatitis atópica se presenta de diferentes formas y distribución dependiendo de la edad del paciente.
El eccema atópico aparece más frecuente en personas con antecedentes de enfermedades alérgicas en al familia (rinitis, asma, conjuntivitis o eccema), además suelen tener elevada la IgE, característico de los enfermos alérgicos.
Esta IgE elevada puede ser inespecífica, es decir no se encuentra una alergia a ácaros, pólenes o alimentos, o si ser específica a uno o varios de ellos.
Esta IgE elevada se suele fijar a células inflamatorias (mastocitos y basófilos) y ante estímulos específicos (alimentos, ácaros pólenes, etc.) o inespecíficos (estrés, cambios de temperatura, humedad, irritantes de la piel) producen la liberación de Histamina acumulada en el interior de esta células produciendo picor.
Este picor intenso inicia la secuencia de lesiones espontáneas o secundarias al rascado y por ello se forma el eccema.
En los pacientes con eccema atópico existe una disminución de la inmunidad contra ciertas infecciones cutáneas por ello el eccema suele infectarse y cronificarse secundariamente.
Los síntomas característicos del eccema atópico son:
Una vez caracterizado como eccema atópico por los antecedentes familiares de alergia en la familia y por la distribución y síntomas característicos de este eccema, se trata de buscar las causas de la alergia subyacente que produzca liberación de histamina.
Como la causa de liberación de la histamina es la fijación de la IgE a diversos alergenos, se debe de realizar un estudio de alergia para saber las causas.
En la mayoría de los casos se aprecia la elevación de la IgE total circulante en sangre.
A partir de aquí se debe de determinar la posible especificidad de alergia a alimentos (huevo, leche, pescado, frutas, verduras, frutos secos, etc.), ácaros y pólenes mediante técnicas de determinación de IgE específica (CAP, RAST, etc.).
Además se pueden realizar pruebas de alergia en la piel mediante prick test, o incluso mediante test epicutáneos.
El objetivo es encontrar factores alérgicos específicos que causen el picor para excluirlos del ambiente del paciente, para ello en ocasiones se debe de comprobar la relación causa efecto mediante dietas de exclusión adición de alimentos, comprobando la mejoría y empeoramiento al eliminar o añadir los alimentos sospechosos.