La disfasia es un trastorno grave de la adquisición y organización del lenguaje oral, que se puede caracterizar por la casi ausencia de lenguaje oral (en los casos más graves) o por un desarrollo cualitativa y cuantitativamente muy deficitario y por dificultades importantes en la lectoescritura.
Las características, son las siguientes:
En cuanto a los factores etiológicos (causales), son desconocidos, aunque probablemente tenga una gran implicación la genética.
Por parte de las necesidades educativas especiales de niños con disfasia, hay que trabajar el lenguaje oral (comprensión y expresión en forma, contenido y uso); hay que trabajar el lenguaje escrito (recuperación de los errores sintácticos, gramaticales y ortográficos); hay que trabajar y desarrollar repertorios básicos, como la atención, la imitación, la percepción, etc.); en la respuesta educativa los principios son principio de intensidad y larga duración, principio de precocidad; contextualizar los aprendizajes; primar los aspectos funcionales del lenguaje sobre los formales; principio de multisensorialidad (oído, vista y tacto); principio de referencia al desarrollo normal; y principio de ajuste a su tiempo de respuesta.