Detrás de la rodilla existen unos pequeños sacos, denominados bursas. Además, la rodilla contiene en su articulación líquido sinovial.
Si la presión en la rodilla es elevada puede que este líquido sea empujado hacia las bursas. Cuando estas bursas se llenan de líquido comienzan a sobresalir por la parte posterior de la rodilla y se forma el quiste. Sin embargo, siguen comunicadas en todo momento con la cavidad articular.
Su aparición suele estar asociada a una artritis reumatoide o una rotura del menisco de la rodilla.