No existe una prueba específica para su diagnóstico (la radiografía suele ser normal), más que descartar otros problemas que puedan producir una clínica secundaria (de ahí el problema que ocasiona si simula un cuadro coronario), y llegar al diagnóstico por descarte de otras enfermedades.
Entre las enfermedades a descartar destacan
- artritis infecciosas
- artritis reumatoide
- gota
- espondiloartropatías
En algunos casos en los que el diagnóstico se resiste, el realizar un TAC o una gammagrafía ósea acaba dando el diagnóstico.
Analíticamente puede comprobarse un aumento de la VSG (velocidad de sedimentación), pero por lo general no se observan alteraciones.