La gran mayoría de los niños no suelen padecer graves problemas de salud ni requerir intervenciones ni medicación.
A pesar de ser una enfermedad que no tiene cura, una intervención multidisciplinar en los niños con mayor afectación con profesionales (médicos, psicoterapeutas, psicólogos, terapeutas ocupacionales, logopedas, educadores…) pueden ayudarles mucho en su desarrollo y en la mejora de las diferentes habilidades.
La farmacoterapia se reserva para aquellos que la requieren para el control de los diferentes síntomas.
- Hiperactividad e inatención: metilfenidato y clonidina
- Trastornos del estado de ánimo, ansiedad, comportamientos compulsivos: antidepresivos del grupo inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS)
- Convulsiones: anticonvulsivantes (carbamacepina, ácido valproico, lamotrigina…)