Nuestro hijo está en el hospital y nos gustaría saber cómo le puede afectar y cual es la mejor manera de ayudarle a superar estos problemas.
Las enfermedades, accidentes o trastornos generales de salud, son algo frecuente en la vida del niño y del adolescente. El niño, que por su enfermedad ha de ser hospitalizado, se encuentra en un entorno que normalmente no le es familiar, es un entorno extraño que a veces hace que el niño experimente cierto estrés emocional.
Los cambios más llamativos son el entorno, el cambio de normas y horarios, las personas nuevas con diferentes relaciones, alejamiento de sus amigos y del colegio, nuevas experiencias (alguna dolorosa). Los niños menores de 6 años se ven más afectados.
Por supuesto que el diagnóstico, la duración de la hospitalización, las relaciones con los padres y la preparación del hospital (presencia de aulas escolares) para su ingreso condicionarán mucho sus respuestas.
La función de los padres es la de dar ánimo, apoyo y cercanía al niño, esto genera seguridad y es lo más importante. Hay que tener cuidado con una dependencia excesiva a innecesaria.
La presencia de un aula escolar también le mantiene en un papel conocido y le aumenta su seguridad.
La compensación de la familia, con el horario escolar del aula y la asistencia médica es lo que representará una mejor adecuación del niño al ingreso hospitalario y le situará en un entorno más conocido, menos agresivo y con menos alteraciones psicológicas posteriores.