¿Qué significa tener presencia de linfocitos atípicos?

Con tan escasa información no podemos ser muy específicos, pero el término linfocitos atípicos no da una información concreta en sí, ya que se utiliza cuando se observan linfocitos aumentados de tamaño, normalmente activados por una infección vírica (tipo mononucleosis, varicela, etc…). También pueden aparecer en situaciones de normalidad, como el estrés, crecimiento, etc… La presencia de estas formas, si el resto de la analítica es normal no suele tener importancia, pero habitualmente un hematólogo los examina al microscopio y él es el que dirá si, de acuerdo al contexto clínico, hay que hacer un estudio más extenso o no. Entendemos que en su caso, ya lo habrá hecho y no le ha dado más importancia.

Los linfocitos atípicos pueden aparecer en multitud de circunstancias, unas sanas y otras en el seno de enfermedades; por ej. aparecen con el estrés, infecciones virales leves varias, también en algunas bacterianas, en las hepatitis, reacciones a medicamentos, etc…

Por ello, es fundamental saber en que contexto clínico han aparecido, ya que no es lo mismo que un paciente no tenga síntoma alguno, que tenga escasos linfocitos atípicos y la hemoglobina (contenida en los hematíes) y plaquetas normales, a que estos aparezcan en gran número en el seno de un síndrome febril, o que además de encontrarse mal el enfermo estén también alteradas también la serie roja (hematíes) y las plaquetas.

En el primer caso, repitiendo el análisis en 15-30 días se ve que se ha normalizado y no tenía importancia, en el segundo hay que buscar una enfermedad infecciosa tipo mononucleosis, y en el tercero, puede tratarse de una enfermedad hematológica grave.

Por tanto, lo lógico es que pregunte al médico que ha pedido el análisis porque lo ha hecho.