Una corona de metal-porcelana son coronas (fundas) de recubrimiento total dental realizadas con una base metálica y sobre ella se coloca el recubrimiento de porcelana.
Están indicadas en grandes destrucciones dentarias por caries, traumatismos, o motivos estéticos, u ortodóncicos.
Una historia y exploración previas, junto a una posición adecuada del paciente y del profesional, el uso de una técnica correcta y unas medidas de asepsia son normas imprescindibles para la realización de la preparación del diente para recibir una corona.
En primer lugar se debe realizar una evaluación de la oclusión y posteriormente se anestesia correctamente el diente que va a ser tratado. Se realiza la preparación adecuada y se toman las impresiones con el material preciso siguiendo las indicaciones del fabricante.
Tras el vaciado se confecciona la corona, que se prueba, se ajusta y se termina. Posteriormente se procede al cementado provisional y/o definitivo.
Las complicaciones pueden ser las de los tratamientos del diente que soporta la corona. En ocasiones se puede producir el descementado de la corona o la rotura y/o desgaste de parte del recubrimiento cerámico.