
Introducción
El uso de Internet se ha vuelto muy accesible y forma parte del día a día de niños y adolescentes. Esta tecnología influye en su desarrollo y educación, brindándoles acceso al conocimiento, la interacción social y el entretenimiento.
Sin embargo, este acceso ilimitado también conlleva riesgos y peligros reales, especialmente cuando no se utiliza de manera responsable o sin la supervisión adecuada por parte de los adultos.
Los niños, debido a su curiosidad natural y su impulsividad, son particularmente vulnerables a estos riesgos. Su fascinación por los dispositivos electrónicos y las plataformas digitales puede llevarlos a un uso excesivo e incluso a desarrollar conductas adictivas. Por ello, es fundamental que tanto padres como educadores comprendan los desafíos que plantea Internet y adopten medidas para garantizar un uso seguro y positivo de esta herramienta.
¿Por qué les atrae tanto a los niños Internet?
Internet les ofrece a los niños un espacio propio de privacidad y autonomía donde pueden:
- Relacionarse con otras personas de su edad
- Chatear y comunicarse de forma instantánea.
- Competir o jugar en línea.
- Compartir experiencias en redes sociales.
- Disfrutar de una amplia oferta de ocio multimedia.
- Explorar contenidos de interés como música, deportes y aficiones.
Riesgos asociados a Internet
Sin embargo, esta atracción por Internet también puede exponerles a riesgos significativos si no se gestiona adecuadamente.
Los principales riesgos a los que se enfrentan los niños en Internet están relacionados con los siguientes factores:
- La facilidad de acceso de los niños y jóvenes a Internet.
- La escasa vigilancia y supervisión parental.
- El anonimato, que reduce la inhibición y fomenta conductas irresponsables.
Algunos ejemplos concretos de riesgos a los que se exponen los niños en Internet incluyen:
- Acceso a páginas con contenido para adultos, como material pornográfico o violento.
- Exposición a contenidos inapropiados, como apuestas, promoción de drogas o desafíos peligrosos.
- Contacto con desconocidos que pueden intentar engañarlos o manipularlos.
- Divulgación de información personal sin consciencia de las consecuencias.
Mediación parental
Para mitigar estos riesgos, es fundamental que los padres adopten un papel activo en la educación digital de sus hijos. Esto se conoce como mediación parental, que consiste en la aplicación de estrategias para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos del uso de Internet.
La mediación parental puede abordarse desde dos enfoques complementarios:
- Mediación activa o instructiva: Implica supervisar y orientar a los niños en el uso de las tecnologías. Los padres deben interesarse por las páginas que visitan sus hijos, informarles sobre los posibles riesgos y dar ejemplo con su propio comportamiento digital.
- Mediación restrictiva: Consiste en establecer reglas y límites claros, como horarios de uso, restricciones de acceso a ciertos contenidos o la instalación de herramientas de control parental. Estas medidas ayudan a los niños a desarrollar hábitos saludables en su relación con Internet.
Algunos consejos prácticos para los padres
Para guiar a los niños en el uso seguro de Internet, se recomienda:
- Los padres deben conocer y familiarizarse con el uso de Internet.
- Se debe enseñar a los niños desde pequeños a navegar con un adulto y hacer de ello una actividad familiar.
- Se deben situar los dispositivos conectados a Internet en una zona de la casa donde pueda haber supervisión constante (la cocina, el salón, etc.).
- Se debe limitar y controlar el tiempo de uso.
- Se debe inculcar un comportamiento responsable y ético. Advertirles que no todo lo que aparece en Internet es verdadero o conveniente. Además, enseñarles que no se debe utilizar Internet para propagar rumores, molestar o amenazar a otras personas.
- No proporcionar a los niños medios de pago en línea (tarjetas de crédito, PayPal, etc.) para evitar que puedan comprar o tener acceso a servicios inapropiados.
- Instalar herramientas de control parental como complemento, nunca como reemplazo de la supervisión de los padres.
- Enseñar a los niños desde pequeños a utilizar una cuenta de correo electrónico (email) familiar. En lo posible, evitar que ellos tengan su propio e-mail.
- Mantener comunicación constante con sus hijos, conocer a sus amigos y las actividades que realizan en Internet.
- Brindar información sobre sexualidad saludable y adecuada a la edad del niño.
- Acceder regularmente a las cuentas de correo electrónico y mensajería de sus hijos para asegurarse de que no haya contacto con desconocidos o detectar posibles amenazas.
- Enseñarles que no deben compartir información personal o privada en Internet con desconocidos.
- Incentivar a los niños a informar a los padres si algo o alguien les hace sentir incómodos o amenazados.
- En caso de ciberacoso, mantener la calma y brindar apoyo sin recriminaciones.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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