Además de que sea indicado por un profesional de la Salud o del ámbito educativo-social, la propia percepción de síntomas o malestar nos puede llevar a consultar con un psicólogo clínico. Algunos de los síntomas que pueden indicar la necesidad de acudir a una consulta de psicología son:
Es motivo de consulta también cualquier otra condición de vida o experiencia caracterizada por el sufrimiento personal, así como el haber sufrido un trauma, ya sea recientemente o en el pasado. También podemos necesitar ayuda para superar situaciones estresantes o dolorosas como una ruptura sentimental o la pérdida de un ser querido.
Un psicólogo nos es de gran ayuda en momentos de conflicto, de necesidad, de hacer un alto en el camino o en la toma de decisiones trascendentales.
Como hemos dicho, muchas veces el origen del problema es totalmente desconocido por el sujeto, el cual muchas veces no encuentra razones en el presente para sentirse mal, y que solo es consciente de los síntomas. En estos casos, la terapia psicológica nos ayudará a descubrir el origen del problema, que muchas veces permanece oculto en el inconsciente, ya que es muy habitual que los síntomas que emergen a la superficie sean realmente expresiones de problemas más profundos o de emociones enquistadas que surgieron como consecuencia de sucesos ocurridos en el pasado, sobre todo en nuestra infancia.
La psicoterapia es esencial para poder procesar estas emociones, cambiar creencias desadaptativas, mejorar la capacidad de autorregularse emocionalmente y descubrir el origen de nuestro malestar actual.
Un psicólogo orienta, alienta, consuela, alivia, comprende, refleja y ayuda, pero nunca juzga.
El psicólogo es un profesional objetivo que ayuda a su paciente a ver la parte de él que él no puede ver, arroja luz sobre los problemas ayudando a su paciente a verlos desde otras perspectivas y propone soluciones y cambios que ayuden a la persona a avanzar hacia la salud emocional dejando atrás el malestar.
Podríamos decir como conclusión que un profesional de la psicología acompaña a su paciente a través del proceso terapéutico, el cual es un viaje de autodescubrimiento en el que los aprendizajes que se hacen sobre uno mismo y los demás a través de la revisión de la propia biografía le ayudan a comprender sus emociones, manejarlas y a afrontar la vida con mayor resiliencia.
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