¿Qué es el trastorno esquizoide de la personalidad?
Las personas que son diagnosticadas con el trastorno esquizoide de la personalidad mantienen un distanciamiento de las relaciones sociales y presentan poca variedad en la expresión de sus emociones en los contextos donde se relacionan con otros.
Al igual que en la mayoría de los trastornos de la personalidad, estos patrones comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos.
¿Cómo se manifiesta?
Las personas que son diagnosticadas con este trastorno suelen ser personas más bien distantes, que presentan un bajo interés por los demás.
Tienden a preferir actividades más solitarias e introspectivas, perdiéndose en mundos de fantasía en su imaginación, por lo que no mantienen mucho contacto afectivo con otros, no se sienten cómodos en espacios sociales y, también presentan una limitada capacidad para expresar sus emociones y también para experimentar placer.
Para poder ser diagnosticado, deben darse al menos cuatro de las siguientes situaciones:
- La persona no desea ni disfruta de las relaciones interpersonales, incluido el formar parte de una familia.
- Tienda a escoger casi siempre actividades solitarias.
- Tiene escaso o nulo interés en tener experiencias sexuales con otra persona.
- Disfruta con pocas o ninguna actividad.
- No tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares de primer grado.
- Se muestra indiferente a los halagos o críticas de los demás.
- Se muestran, a nivel emocional, más fríos, más desapegados y más aplanados afectivamente.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Como en todos los trastornos de personalidad, no existen medicamentos específicos para este trastorno, por lo que, si se prescriben, generalmente es para abordar alguno de los síntomas que lo acompañan, como la ansiedad o angustia que se puede presentar.
A nivel psicoterapéutico, en este caso existen diversos tipos de intervenciones: una de ellas es el entrenamiento de habilidades sociales, ya que es una de las áreas que en este trastorno se presenta más disminuida, se trabaja en fortalecerlas a través de variadas técnicas como la simulación de situaciones sociales en donde el terapeuta también participa.
También se puede entrenar en técnicas de relajación ya que, de participar en alguna situación social, se pudiera generar mucho estrés a nivel físico, por lo que esto permite que las personas puedan regular el estrés utilizando algunas técnicas.
Otra opción, es la reestructuración cognitiva, que guarda relación con poder abordar las ideas base que se presentan en este trastorno, revisarlas y evaluar su impacto real para modificarlas en caso de ser necesario.
El tipo de tratamiento que se llevará a cabo y la eficacia de este, dependerá de cada persona y de las razones por las cuáles llegó a terapia, ya que en caso de que sean obligados a realizarla puede tener una menor tasa de eficacia que alguien que va por su propia voluntad.
¿Cuántas personas la padecen?
Según el DSM V, la prevalencia que tendría este trastorno es entre el 3.1 y el 4.9%, tendiendo a presentarse mayormente en hombres que en mujeres.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalKarla Andrea Donoso Bascur
Licenciada en Psicología, Escuela de Psicología, Facultad de Humanidades, Universidad de Santiago de Chile.
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