
Introducción
A medida que crece el bebé, la presión sobre las venas del abdomen aumenta y, si la mujer tiene predisposición a sufrir de enfermedades de las venas, puede comenzar a presentar síntomas molestos.
Las principales molestias consisten en la visualización de pequeñas venas dilatadas en las piernas y muslos e incluso a veces en la región vulvar, es decir alrededor de la vagina.
Las várices se pueden prevenir o tratar con pantimedias especialmente diseñadas para ello que ejercen presión y vuelven las venas a su lugar. Existen pantimedias específicas para su uso en mujeres embarazadas.
Además, se debe evitar la posición prolongada de pie y se debe procurar elevar las piernas cuando se pueda tomar un descanso.
Hasta el 40% de las mujeres embarazadas desarrollan las dilataciones venosas del recto (hemorroides) que pueden ser dolorosas o sangrar.
El manejo de las hemorroides incluye baños tibios, evitar el estreñimiento y la colocación de productos tópicos específicos para el dolor y la inflamación.
Si los síntomas de las várices y las hemorroides empeoran se debe consultar lo más pronto posible con el médico.



Dra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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