Los medicamentos cardiotónicos se utilizan para mejorar la fuerza y eficiencia de la contracción cardiaca.
Actúan sobre el miocardio (músculo cardiaco) aumentando la fuerza de bombeo del corazón con el objetivo de mejorar el flujo sanguíneo.
Su principal indicación es el tratamiento de la insuficiencia cardiaca.
Los medicamentos cardiotónicos se clasifican en cuatro grupos:
Son preparados obtenidos de la digital (Digitalis purpúrea, D. Lanata, etc.) que se prescriben también para tratar arritmias auriculares, ya que enlentecen la transmisión de los impulsos bio-eléctricos generados en la aurícula.
Es especialmente útil si la arritmia está causando insuficiencia cardíaca, ya que hace latir mejor el corazón.
Todos los digitálicos tienen el mismo mecanismo de acción, así como las mismas indicaciones: arritmias auriculares e insuficiencia cardíaca congestiva.
Las diferencias entre los preparados que se comercializan tienen que ver con la duración y rapidez de su acción.
El más conocido es la digoxina que actúa inhibiendo la bomba de sodio y potasio en las células del corazón, lo que aumenta la fuerza de contracción del músculo cardiaco.
Su principal riesgo es la intoxicación por sobredosis que puede generar arritmias cardiacas como bradicardia extrema, fibrilación auricular y bloqueo AV.
En personas con daño importante del corazón pueden producir arritmias ventriculares con un año riesgo de parada cardiaca.
Son medicamentos iguales o similares a las hormonas naturalmente producidas por el cuerpo en la glándula suprarrenal llamadas catecolaminas.
Aumentan la fuerza de contracción del miocardio por estímulo de ciertos receptores nerviosos (beta1 adrenérgicos).
Se utilizan en su forma inyectable en situaciones de emergencia como shock cardiogénico, parada cardiaca y otros.
Son principalmente la epinefrina o adrenalina, la norepinefrina y la dobutamina.
Combinan la acción inotropa positiva (aumentan la fuerza de contracción del músculo cardíaco) con la vasodilatadora.
No se ha podido demostrar su utilidad a largo plazo en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva, por lo que su uso se circunscribe a cuadros agudos de insuficiencia cardíaca congestiva, o que no respondan a otros tratamientos.
Son nuevos medicamentos, muy pocos aprobados para su uso en insuficiencia cardiaca como el levosimendán.
Se ha visto que mejora la función del corazón, pero no sirven para tratar todos los tipos de insuficiencia cardiaca.