
Introducción
La adopción se refiere a la acción formal en la que un adulto asume la responsabilidad legal de otra persona, generalmente un menor.
El primer concepto a tener en cuenta es que el niño adoptado por una pareja estable y deseosa de adoptarlo, no se diferencia en nada del niño cuyos padres son biológicos y comparten con él su material genético.
El desarrollo y la interacción afectiva son idénticos.
¿Cuándo debe saber el niño que es adoptado?
En opinión de muchos pediatras y psicólogos, el niño adoptado debe saber la verdad tan pronto como sea capaz de entender. Se le debe comunicar cuando tenga uso de razón, lo que probablemente será antes de los 4 años de edad. Es importante ajustar esta información de acuerdo a su grado de madurez, para que la comprenda.
Cuando vaya creciendo, y haga preguntas más específicas, se le deben dar respuestas sinceras, pero sin presionar el flujo de información. Cuando otra persona ajena a la familia pregunta, se le debe contestar también de forma sincera.
Es importante que sean los padres quienes comuniquen al niño que es adoptado ya que si el niño se entera accidentalmente por terceras personas puede sentir rechazo o ira hacia los padres y pensar que se lo ocultaban por vergüenza o desprecio.
Hoy en día, el número creciente de adopciones visibles ha logrado el efecto beneficioso de disminuir el secretismo y el estigma.
¿Qué problemas pueden sufrir los niños adoptados?
Los niños adoptados no presentan ningún problema diferente de los niños de su misma edad; sin embargo, si se adopta un niño mayor, es importante enterarse de sus antecedentes, para proporcionarle la ayuda que requiera.
En algún momento de su desarrollo, muchos niños adoptados se plantearán preguntas difíciles sobre sus orígenes. Los padres adoptivos tendrán que encontrar maneras de responder honestamente a estas preguntas y ayudar a sus hijos a aceptar ciertas lagunas que no puedan ser explicadas.
¿Qué reacciones pueden aparecer al saber que son adoptados?
El niño al enterarse de ser adoptado puede experimentar un conjunto de recciones emocionales y psicológicas como las siguientes:
- Crisis de identidad, confusión o tristeza: Pueden cuestionarse su identidad, su sentido de permanencia a su familia o a la comunidad.
- Ira o traición: Por la sensación de engaño si se entera por otras personas o a edad avanzada.
- Curiosidad: Puede surgir un deseo de conocer sus orígenes o a sus verdaderos progenitores.
- Ansiedad e inseguridad: El niño puede sentir temor al rechazo por parte de sus padres por no ser biológico, especialmente si tiene hermanos que si lo son.
¿Qué hacer si quiere conocer la identidad de sus padres naturales?
Si el niño quiere conocer a sus verdaderos padres, debe permitírsele expresar sus sentimientos y asegurarle que se le ayudará a buscarlos si todavía desea conocerlos cuando sea mayor. No se le debe empujar a buscarlos, pero tampoco se le debe impedir hacerlo.
Sin embargo, para algunos adoptivos padres adoptivos este proceso puede resultar extremadamente doloroso y puede ser experimentado como rechazo, incluso cuando el adolescente no tiene esa intención.
De forma paulatina, los adolescentes suelen ir entendiendo por sí mismos la dificultad de hacerlo, los problemas legales que ello implica, etc. En este sentido, la legislación varía según los distintos países.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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