Si la ropa se manipula, transporta y lava correctamente, es muy rara la transmisión de enfermedades a través de la ropa.
La ropa sucia (sábanas, ropa personal, etc) no se debe NUNCA airear ni tirar al suelo, para evitar la diseminación de microorganismos.
Inmediatamente después de retirar ropa sucia, se introduce en la bolsa de plástico correspondiente, para su posterior lavado en la lavandería.
Es recomendable cerrar las bolsas de plástico con un nudo después de cada procedimiento.