
Introducción
La ropa sucia del anciano debe manejarse de forma especial tanto por higiene normal como para evitar contaminaciones de diversas infecciones.
Si la ropa se manipula, transporta y lava correctamente, es muy rara la transmisión de enfermedades a través de la ropa.
La ropa sucia (sábanas, ropa personal, etc.) no se debe NUNCA airear ni tirar al suelo, para evitar la diseminación de microorganismos. Inmediatamente después de retirar ropa sucia, se introduce en la bolsa de plástico correspondiente, para su posterior lavado en la lavandería.
Es recomendable cerrar las bolsas de plástico con un nudo después de cada procedimiento.
Consejos para gestionar el cambio de ropa en los ancianos
Muchas personas mayores son reacias a cambiarse de ropa por sufrir demencia u otras enfermedades propias de la tercera edad.
Sin embargo, es importante que se cambien de ropa interior todos los días y el resto de la ropa de forma regular.
Para conseguirlo sin que se molesten se pueden aplicar los siguientes consejos:
- Retirar la ropa sucia y poner ropa limpia cuando se esté bañando o duchando o en el momento que se vaya a dormir.
- Fomentar el hábito de cambiarse de ropa ante una ocasión especial, cuando vayan a recibir una visita o tengan que acudir a algún sitio determinado como la consulta del médico.
- Animarles a llevar ropa limpia y cambiarse de ropa de forma regular para causar una buena impresión a sus amigos y familiares.
- Si insisten en llevar una determinada prenda, por comodidad o por gusto, comprarles varias prendas iguales para que puedan cambiarse a menudo y no perturbar su ánimo.







Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico