
Descripción
Los genitales externos masculinos tienen una parte de piel y una de mucosas que tienden a tener menos infecciones que los genitales femeninos, pero requieren un aseo cuidadoso para evitar irritaciones.
Recomendaciones
Las siguientes son las principales recomendaciones para un adecuado aseo de los genitales masculinos:
- Lave su pene y escroto de la misma manera que lava otras partes del cuerpo: con agua y jabón, preferiblemente neutro o ácido y todos los días.
- Si su pene no ha sido circuncidado no se olvide de empujar hacia atrás la piel del pene y lavar bien la cabeza del mismo.
Además, en relación a la higiene genital debe tener en cuenta:
- No olvide limpiar también la base del pene y el escroto, así como la zona de las ingles.
- Es importante un secado adecuado de la zona con una toalla limpia para evitar que se acumule la humedad que favorece las infecciones.
- Después de orinar, también se recomienda secar la orina que haya quedado en el pene.
- Es preferible no utilizar cremas, desodorantes, perfumes o polvos de talco a no ser que sean recomendados por el médico.
- Cámbiese frecuentemente la ropa interior, especialmente después de hacer ejercicio.
- Es conveniente orinar después de mantener relaciones sexuales para aumentar la eliminación de bacterias y posteriormente realizar aseo con agua incluso si se ha utilizado preservativo.
- Preferir la ropa interior de algodón en lugar de materiales sintéticos.
Estos simples y básicos cuidados higiénicos le ayudarán a mantener sus genitales limpios y libres de infecciones menores. Mientras lo limpia, mire si hay signos de enfermedad tales como llagas o bultos. Si encuentra alguno vaya al médico.
Una higiene inadecuada puede causar la acumulación de esmegma, una sustancia aceitosa, de mal olor e irritante que se forma bajo el prepucio.
Si no se elimina, el esmegma puede provocar inflamación en la piel circundante, causando molestias y aumentando el riesgo de balanitis, una afección caracterizada por enrojecimiento e inflamación de la cabeza del pene.
Además de la balanitis también pueden suceder infecciones por hongos. Ocurren principalmente cuando el hongo tipo “cándida” se multiplica en exceso en los genitales, a menudo debido a una higiene inadecuada. Estas infecciones son comunes y pueden provocar picazón, enrojecimiento y malestar.
En cualquier caso, recuerde que el lavado no le previene de la transmisión y contagio enfermedades de transmisión sexual.




Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico