
¿Qué hay que tener en cuenta en la preparación de la comida al anciano?
El objetivo debe ser proporcionar al anciano la alimentación adecuada según sus necesidades.
El principal problema o al menos el más común que condiciona la alimentación del anciano es la masticación tanto por falta de dentición como por la sequedad de la boca por falta de saliva.
Por ello lo primario en la alimentación del anciano es realizar una dieta de fácil masticación y deglución. Siempre teniendo en cuenta que no deben sustituirse alimentos básicos como la carne, el pescado, las verduras, etc. por otros alimentos que no contengan proteínas y vitaminas adecuados para mantener una alimentación correcta.
Por esto el término más correcto pudiera ser alimentación triturada más que alimentación blanda.
La trituración es el método más normal de preparar los alimentos necesarios para equilibrar la dieta. La carne se puede triturar directamente o se puede sustituir por carne picada, hamburguesas, albóndigas, etc. Las verduras se pueden triturar o darlas en forma de zumos líquidos de tomate, zanahoria, etc. Ciertas frutas se pueden dar en compota o también en forma de zumos.
La forma de cocción de los alimentos debe de ser al horno, a la plancha o hervidos, evitando las frituras por el exceso de grasa que produce plenitud y hastío.
El aceite de oliva se suele utilizar para alimentos cocinados y el de semillas para las ensaladas.
A veces se debe recurrir a la mezcla de alimentos en un solo puré para que pueda ser adaptada la dieta equilibrada a la capacidad de deglución.
Como es necesario el aporte calórico suficiente, se recurre al enriquecimiento de ciertos purés con queso u otros derivados de la leche (bechamel).
¿Qué consejos se deben seguir?
Las principales observaciones a tener en cuenta son:
- Valorar la situación funcional del anciano para proporcionarle la dieta en el comedor o en su habitación si no se puede levantar.
- Es importante vigilar el estado de los alimentos y tener una máxima higiene en su elaboración para evitar contaminación por bacterias e infecciones.
- Asegurarse de que no tiene que permanecer en ayunas.
- Informarle de que llega la hora de la comida.
- Ayudarle si lo necesita a lavarse las manos.
- Preparar las ayudas que necesite para comer y revisar si falta algo.
- Es importante la presentación de la comida, así como de la mesa o bandeja.
- Comprobar la temperatura del alimento.
- Observar si la comida le plantea algún problema al masticar (dentadura), tragar o que no le guste. Esta valoración ayudará a proporcionar al anciano una dieta más adecuada a sus necesidades.
- Comunicar a la enfermera estas observaciones anteriores para su registro.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico