¿Qué deberíamos saber?
Para dejar de fumar se debe de pasar por una serie de procesos temporales de actitud ante el hábito, y si parece necesario pasar por ellos para poder tomar una actitud de abandono.
En la adolescencia el sentimiento de culpa por fumar es casi nulo, por no hablar del problema de salud, por ello es una época que aumenta de forma exponencial el índice de fumadores. Luego e estabiliza y a partir de los 30 años comienza a descender, siendo a partir de lo 50 años cuando se produce el mayor índice de abandonos del hábito de fumar.
Está claro que las intervenciones para disminuir el hábito de fumar deben de establecerse en la adolescencia.
¿En qué consiste la fase de precontemplación?
El fumador disfruta con el hábito de fumar y no se plantea ningún problema por ello, es un fumador consonante, es decir fuma y está seguro de que hace bien. En esta fase se encuentran los fumadores menores de 30 años, sin enfermedades asociadas o no al tabaco. Casi la mitad de los fumadores están en esta fase y no se plantean el abandono del hábito.
¿En qué consiste la fase de planteamiento o de contemplación?
El fumador se plantea ya las posibles consecuencias negativas para la salud del fumar, y algunas positivas de dejarlo. Comienza a ser un FUMADOR DISONANTE, es decir, fuma pero le parece que está mal hacerlo. Un 30 % de los fumadores están en esta etapa. En esta fase se puede intervenir con medidas coercitivas de lugares sin humo, prohibiciones de fumar, etc. y se puede conseguir una mayor concienciación del problema.
¿En qué consiste la fase de acción?
El fumador se ve en la obligación de dejar de fumar, pasa de disonante a una actitud más acorde es decir sabe que es malo fumar y lo deja. Esta fase se repetirá varias veces en la evolución de la dependencia, pasará a la contemplación y la acción repetidamente. Un 20% de los fumadores están en esta fase que puede llevar años, y más de 10 intentos.
¿En qué consiste la fase de consolidación o mantenimiento?
Se puede decir que en esta fase están aquellos fumadores que llevan más de 6 meses de abstinencia. No fuma nada pero hasta los 12 meses no se puede considerar como ex-fumador. Nunca se puede decir en una dependencia que ya pasó el problema, siempre se es un fumador en potencia y se debe de estar completamente vigilante para mantener esta situación.
¿En qué consiste la fase de recaída?
Se da en un porcentaje variable de los casos, lo habitual es que pase a la fase de contemplación y tardará más o menos en volver a la acción. Se acompaña de una gran pérdida de la autoestima personal.
¿Cuáles son los síntomas de la abstinencia del tabaco?
La nicotina es un estimulante y un sedante del sistema nervioso central, que produce síntomas de abstinencia al dejarlo. El más habitual es el dolor de cabeza, pero suelen aparecer los siguientes:
- Ansia de fumar
- Dolor de cabeza
- Mareos y vértigo
- Irritabilidad
- Temblor interior
- Falta de concentración
- Temblor de manos
- Perdida de apetito
- Dolor de ojos
- Nauseas
- Vómitos
- Cambios de sabor
- Ansiedad para comer
- Contracciones musculares
- Cansancio
- Debilitamiento
- Sudor de manos
- Hormigueos en la piel
La ansiedad de fumar aparece en picos de diferente intensidad, los más fuertes son a las 48 horas de dejar de fumar, debe de controlarlos con su fuerza de voluntad y con agua o zumos, a veces haciendo inhalaciones profundas de aire o con actividad física. El oxígeno - aire fresco - es un buen tranquilizante de los nervios. Puede apoyarse en este periodo con complejos vitamínicos B.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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