Un ganglión o quiste sinovial es un pequeño bulto redondeado formado por acumulación de líquido que aparece debajo de la piel. Se presenta principalmente en las muñecas tanto en la palma como en el dorso. Puede aparecer también en otras partes del cuerpo como pies o tobillos.
Su tamaño varía de 1 a 4 centímetros. Este tipo de quistes son comunes, no se contagian y no son ningún tipo de cáncer. Pueden cambiar de tamaño e incluso desaparecer.
El líquido sinovial permite la fluidez de las articulaciones y el deslizamiento de los tendones. Cuando la producción de este líquido es excesiva se forma un quiste sinovial o ganglión apreciándose un pequeño bulto de consistencia firme, pero móvil al ser palpado.
Muchas personas relacionan su aparición con un episodio de sobreesfuerzo con la mano o tras haber sufrido una contusión en esa zona, pero pueden aparecer sin motivo aparente.
El ganglión puede presentarse en cualquier persona y a cualquier edad aunque es más frecuente en mujeres jóvenes.
El ganglión por lo general es indoloro. Si su tamaño es grande puede molestar al interferir con los movimientos de la articulación.
En algunas ocasiones es doloroso, especialmente antes de que el quiste se haga palpable.
La decisión de quitarlos o no tiene que ver con su velocidad de crecimiento y las molestias que produzcan (incluyendo la estética).
La recomendación general es de no aplicar ningún tratamiento ya que una gran mayoría de las veces se reabsorbe y desparece.
Cuando crecen demasiado es necesario extirparlos mediante cirugía local. Posteriormente se deberá mantener la muñeca en reposo durante una o dos semanas. El problema frecuente es que suelen reproducirse (alrededor de la cuarta parte).
Otra posibilidad es la aspiración del líquido sinovial mediante su punción realizada con una aguja. Este tratamiento consigue que en algunos casos no se reproduzca el quiste o lo haga más lentamente.
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