El quiste de Baker es un quiste sinovial benigno que aparece en la zona posterior de la rodilla denominada hueco poplíteo, usualmente entre el músculo semimembranoso y la cabeza medial del músculo gastrocnemio.
El quiste de Baker está formado por la acumulación de líquido sinovial.
Detrás de la rodilla existen unos pequeños sacos, denominados bursas. Además, la rodilla contiene en su articulación líquido sinovial.
Si la presión en la rodilla es elevada puede que este líquido sea empujado hacia las bursas. Cuando estas bursas se llenan de líquido comienzan a sobresalir por la parte posterior de la rodilla y se forma el quiste. Sin embargo, siguen comunicadas en todo momento con la cavidad articular.
Su aparición suele estar asociada a una artritis reumatoide o una rotura del menisco de la rodilla, por lo que es importante averiguar el antecedente de algún traumatismo reciente.
El quiste de Baker puede no causar ningún dolor o molestia. No obstante, los síntomas que hacen sospechar su presencia son:
Ante la sospecha de este diagnóstico, se debe de iniciar el abordaje diagnóstico con una radiografía anteroposterior y lateral simple de rodilla.
Si se considera necesario de acuerdo a los antecedentes, y los hallazgos durante la exploración física, se recomienda realizar una resonancia magnética de la rodilla, la cual se considera la prueba diagnóstica más sensible para identificar un quiste. Una característica particular es que se observa un saco lleno de líquido conectado de forma ininterrumpida al espacio articular.
El quiste de Baker no suele requerir tratamiento y se suele solucionar al tratar la causa que lo produce (artritis o rotura de menisco). Descanso, la administración de analgésicos y mantener la pierna elevada pueden ayudar.
Otra posibilidad es aspirar el contenido para reducir su tamaño y después inyectar corticosteroides para reducir la inflamación, especialmente en pacientes jóvenes con quistes de tamaño pequeño. Si el quiste se rompe las medidas son similares con reposo, elevación de la pierna y corticosteroides.
En lesiones complejas, o asociadas a rupturas meniscales complejas o radiales, se podría realizar un desbridamiento artroscópico aunado a compresión del quiste.
Si las molestias y el dolor son muy persistentes se puede operar quirúrgicamente.