¿Qué deberíamos saber?
Lave su pene y escroto de la misma manera que lava otras partes del cuerpo: con agua y jabón y todos los días. Si su pene ha sido circuncidado no se olvide de empujar hacia atrás la piel del pene y lavar bien la cabeza del mismo. Estos simples y básicos cuidados higiénicos le ayudarán a mantener sus genitales limpios y libres de infecciones menores. Mientras lo limpia, mire si hay signos de enfermedad tales como llagas o bultos. Si encuentra alguno vaya al médico (ver Autoexamen de los Testículos).
En cualquier caso, el lavado no le previene de enfermedades de transmisión sexual.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
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