La soledad ocurre cuando nuestro círculo de relaciones es menor o menos satisfactorio de lo que nosotros deseamos. La soledad es una discrepancia entre las relaciones que se tiene y las que se desea. El hecho de sentirse solo puede provocar estados psicopatológicos como suicidio o depresión. Es un fenómeno mucho más común en el mundo desarrollado, y ataca a cualquier edad y a personas de cualquier nivel socio-económico. Bradburn halló que un 23% de los estadounidenses se ha sentido solo en las últimas semanas, y uno de cada nueve se han encontrado gravemente solos la semana anterior.
Las causas concretas de la soledad son:
El individuo cuando se siente solo, lo vive como una experiencia desagradable a la que trata de dar explicación incluyendo este tipo de preguntas:
La explicación que se dé a estas conductas determinará la reacción de individuo ante la soledad:
Además, la soledad es un círculo vicioso ya que el que está solo, al igual que el deprimido, se siente incapaz de salir de esa situación, por lo que no lo intenta, lo cual le hace sentirse aún más solo. A este círculo hay que añadirle además el anillo externo de lo social: a la persona que se siente sola tratamos de consolarla, pero solo hasta que nos cansamos, luego le evitamos porque la persona sola deprimida y acomplejada no resulta una compañía agradable. A la soledad que la persona sufre le añadimos la que nosotros estamos atribuyéndole.
Por todo ello, hay que recordar que nadie sufre porque quiere, sino porque no dispone de las herramientas necesarias para dejar de hacerlo. Hay que ayudar a la persona que se siente sola a que atribuya su estado a causas que ella pueda controlar, y que si se esfuerza puede mejorar, así aumentará su esperanza.