
Introducción
El estrés es un estado de tensión mental o acumulación de preocupaciones provocado por diversas situaciones difíciles que afectan a quien lo padece.
Sin embargo, es posible prevenirlo o al menos aprender a gestionarlo.
Una vez que el estrés invade a una persona existen también algunas estrategias o medidas prácticas que pueden ayudar a reducirlo y controlarlo.
¿Cómo puede prevenirse el estrés patológico?
El estrés patológico puede prevenirse siguiendo estos consejos:
- Reconocerse a uno mismo. No se pida más de lo que pueda dar.
- Localice el origen. La mayoría de las personas están más pendientes del estado del tiempo o el saldo de su cuenta corriente que de la tensión de su propio cuerpo. Pero no olviden que saber qué es el estrés, reconocerlo y, sobre todo, averiguar qué lo está desencadenando y cómo está afectando nuestro organismo, es el primer paso en su manejo y control.
- Cuide su alimentación. Tabaco, café y alcohol lo potencian.
- Haga ejercicio, le conviene.
- Aprenda a contar lo que le pasa.
- Practique el optimismo.
- Aprenda a decir NO.
¿Qué medidas prácticas podemos aplicar en nuestra vida?
Las siguientes medidas cotidianas pueden ayudar:
- Ría más. El humor es una de las mejores formas de alejar el estrés y estimula la producción de una sustancia llamada catecolamina, a la que se le atribuye la liberación de endorfinas, las mismas hormonas reductoras del estrés que se liberan a través del ejercicio.
- No sea perfeccionista. No deje que su anhelo de perfección y el temor al fracaso lo paralicen de ansiedad.
- Controle su mal carácter. La gente que se disgusta en silencio corre aún mayor riesgo.
- Baje el ritmo. Debe de haber tiempo para almorzar, recrearse y descansar. Estar tan pendiente de los minutos lo hará sentir más estresado.
- No posponga. Cuando algo deba ser hecho, hágalo de inmediato.
- Deje de sentirse culpable. La culpa es una de las emociones humanas más inútiles.
- No guarde rencores.
- Sea fiel a sus sueños.
- Escoja sus batallas cuidadosamente. Preocúpese de las cosas que usted puede controlar, no de aquellas que escapan de sus manos.
- No confunda trabajo con valor. Admiramos a la gente que anda apresurada, pues pensamos que esto los hace importantes y nos sentimos presionados a estar haciendo algo, de lo contrario "no somos nadie".
- Aprenda a jugar.
- Haga ejercicio.
- Mejore sus hábitos para dormir y lograr un sueño reparador de por lo menos 7 horas al día.
- Haga menos cosas.
- Apague el televisor.
- Comparta más tiempo con sus amigos.
- Convierta sus quehaceres en juegos.
La Organización Mundial de la Salud OMS propone la estrategia “En tiempos de estrés, haz lo que importa” para manejar los síntomas del estrés que incluye cinco pasos:
- Poner los pies en la tierra: Propone estrategias para detectar los pensamientos y sentimientos desagradables y realizar ejercicios físicos y de respiración cuando ocurran, así como para enfocarse en el entorno.
- Desengancharse: Afianza el paso anterior dando nombre al pensamiento o sentimiento y dando pautas para concentrarse más en lo que nos rodea.
- Actuar de acuerdo con los valores: Se busca que la persona sea consciente de las cosas buenas que realmente quiere hacer y efectúe pequeñas actividades que afiancen estos valores.
- Ser amable: Propone ejercicios para que la persona valore lo positivo que hay en sí mismo y tenga empatía con los otros.
- Dejar espacio: Enseña a dejar de luchar contra los sentimientos y pensamientos dolorosos y usar esa energía para conectar con el mundo y con los propios valores.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico