El síndrome de Adie o pupila tónica es una enfermedad neurológica debida a la cual las pupilas se encuentran dilatadas y no reaccionan o lo hacen de forma escasa a estímulos luminosos.
Las pupilas cuando están dilatadas tienen un tamaño mayor de lo normal. Al aplicar destellos de luz la pupila debería contraerse y no lo hace o lo hace muy lentamente. Por ello, se dice que la pupila es perezosa.
No se sabe la causa que lo produce con exactitud pero se atribuye a una alteración en las neuronas parasimpáticas que inervan el ojo debido a una infección por virus o bacterias.
Suele observarse con más frecuencia en mujeres jóvenes de 20 a 40 años.
El síndrome de Adie suele producirse de forma unilateral (solamente en uno de los ojos) aunque a veces también puede ser bilateral (en ambos ojos simultáneamente).
La principal característica es que la pupila no reacciona a la luz o lo hace lentamente.
Los tres principales síntomas que definen la enfermedad son:
Además pueden aparecer otros síntomas que hagan sospechar la enfermedad como:
Para el diagnóstico se suele utilizar un colirio (Pilocarpina diluida) que provoca la contracción de la pupila afectada.
La pupila sana no sufrirá ninguna contracción al aplicar la Pilocarpina.
Es una enfermedad benigna que no requiere tratamiento y los afectados pueden convivir con ella sin apenas alteración en su calidad de vida, salvo dificultad para la lectura y molestias estéticas por la diferencia de apariencia de sus pupilas.
En caso de que sea necesario realizar algún tratamiento están recomendados: