El test de O'Sullivan es una prueba diagnóstica que se realiza a las mujeres embarazadas entre las semanas 24 y 28 de embarazo para descartar la posibilidad de padecer diabetes gestacional.
Si la mujer tiene un embarazo de alto riesgo debería realizarse antes, entre las 8-12 semanas de gestación.
Se considera embarazo de alto riesgo para adelantar la realización del test:
Este test no sirve para el diagnóstico definitivo de una diabetes gestacional, sino tan solo, si está bien realizado, para discriminar a aquellas gestantes que presentan un mayor riesgo de desarrollar una diabetes gestacional.
Para someterse a esta prueba debe tomar 50 gr. de glucosa por vía oral y esperar una hora en reposo. Pasada la hora se realiza un análisis de sangre y se estudian los valores de glucosa plasmática.
No hace falta estar en ayunas para la realización de la prueba y puede realizarse a cualquier hora del día. No es necesaria una dieta especial en los días previos a la prueba.
Los resultados de la glucosa en sangre deben interpretarse de la siguiente manera tras una hora:
El test de O'Sullivan sirve para descartar la existencia de diabetes gestacional. Será necesario realizar el Test de Tolerancia Oral a la glucosa (TTOG) conocida como curva de glucosa para diagnosticar de forma definitiva la existencia de diabetes gestacional.
Sin embargo, si la cifra de glucosa plasmática es mayor a 185 mg/dl en casi la totalidad de los casos corresponde con diagnóstico de diabetes gestacional.
La prueba no supone ningún riesgo para la mujer ni para el embarazo.
En algunos casos la ingesta de glucosa puede provocar náuseas o vómitos. En caso de vómito es necesario repetir la ingesta de glucosa para que la prueba sea válida.