Las llagas ó úlceras por contacto o presión, conocidas habitualmente como úlceras por decúbito, son el desenlace de una presión mantenida en una zona de piel que causa lesiones superficiales y en los tejidos situados debajo de ésta.
Al mantenerse una zona presionada constantemente por un tiempo largo, esta zona queda desprovista de irrigación de arterias y venas, luego no recibe nutrientes adecuados para sobrevivir. Por ello con el tiempo los tejidos se mueren formándose una ulcera o llaga por presión.
Dependiendo de la profundidad del daño del tejido se pueden clasificar en varios grados lo que facilitará luego su tratamiento.
Las ulceras por presión muy frecuente en pacientes encamados en su domicilio o en el transcurso de un ingreso hospitalario, por lo que se debe saber manejar a este tipo de personas para prevenir su aparición. Si no se puede llegar a prevenir si se debe saber como tratar para lograr su curación.
Las estrategias de tratamiento dependerán de la edad y salud del afectado, su tipo de alimentación, de la aplicación de movimientos secuénciales y periódicos para evitar la presión en áreas concretas y de los apósitos utilizados.
La curación de las llagas por presión depende de tres puntos: aliviar la presión sobre la llaga, cuidar la lesión y llevar una nutrición adecuada.
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