
¿Qué es el síndrome de alcoholismo fetal?
El síndrome de alcoholismo fetal es un conjunto de anormalidades que presentan los niños cuyas madres ingieren alcohol durante el embarazo.
Dado que la gran mayoría de embarazos no son planeados y que el consumo de alcohol es frecuente en la población general, la exposición al alcohol antes de nacer no es rara.
El síndrome de alcoholismo fetal es la principal causa evitable de trastornos del desarrollo neurológico y discapacidad cognitiva (retraso mental).
Una vez que el alcohol penetra en el torrente sanguíneo del niño permanece allí en concentraciones muy elevadas durante prolongados periodos de tiempo, ocasionando daño cerebral y lesionando otros órganos corporales.
No se sabe aún cual es la cantidad de alcohol que puede dañar al feto, pero si que incluso las bebidas alcohólicas "suaves" como el vino o la cerveza son perjudiciales.
También es cierto que los defectos de nacimiento y de desarrollo pueden diferir, dependiendo de qué tanto tiempo fue expuesto el feto al alcohol durante su desarrollo.
¿Cómo se diagnostica el síndrome de alcoholismo fetal?
El síndrome de alcoholismo fetal es un trastorno de difícil diagnóstico porque suele darse en niños en estado de pobreza o abandono con bajo acceso al sistema sanitario.
Sin embargo, puede presentarse en cualquier etnia y clase social, en cuyo caso se dificulta también diagnosticarlo porque muchas madres tienden a negar el consumo de alcohol en el embarazo por sentimientos de culpa y por temor a ser separadas de sus hijos por las instituciones de protección infantil.
No hay exámenes específicos para el diagnóstico de este síndrome.
En general, se tienen en cuenta cinco aspectos para llegar al diagnóstico de los trastornos del espectro alcohólico fetal:
- Las características típicas de la cara del bebé: especialmente las hendiduras palpebrales cortas (ojos pequeños), labio superior delgado y filtrum liso (no se ve la hendidura normal que todos tenemos entre la nariz y el labio superior).
- El retraso en el crecimiento tanto durante el embarazo como después del nacimiento.
- El inadecuado crecimiento del cerebro y los hallazgos neurológicos anormales.
- El desarrollo intelectual inadecuado.
- El antecedente de consumo de alcohol de la madre durante el embarazo.
¿Qué síntomas experimentan los bebés con síndrome de alcoholismo fetal?
Los bebés con síndrome alcohólico fetal pueden experimentar los siguientes síntomas físicos:
- Bajo peso al nacer
- Nacen muy pequeños y con crecimiento retardado
- Cabeza pequeña
- Ojos pequeños
- Nariz corta y aplanada
- Mejillas aplanadas
- Quijadas pequeñas
- Orejas formadas de manera inusual
- Labio superior delgado
- Temblores o agitaciones
- Problemas de la vista y del oído
- Defectos cardiacos
- Cerebro pequeño o con malformaciones
- Defectos menores en las articulaciones que pueden restringir los movimientos
- Dientes proclives a tener caries
- Problemas de la visión
- Infecciones en el oído
A medida que el niño crece puede desarrollar otros síntomas, incluyendo:
- Dificultad para comer y dormir
- Retraso para aprender a hablar
- Incapacidad de aprendizaje
- Hiperactividad
- Bajo cociente intelectual
- Retraso mental
- Poca coordinación
- Un rango corto de atención
- Problemas de comportamiento
- Poca capacidad para controlar sus impulsos
- Problemas para socializar con otros niños
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
No existe un tratamiento para estos niños ya que no existe cura. Como dicen algunos autores "Para el bebé la resaca durará toda la vida".
No todos los niños tienen las mismas deficiencias y no existe manera de evitarlas, pero si se diagnostica de manera temprana el síndrome de alcoholismo fetal, se puede hacer una terapia de habilitación y evitar que las consecuencias sean tan graves.
En general, es necesario un ambiente de apoyo en el que se mantengan las rutinas, se fijen reglas simples, límites y consecuencias, en el que se alaben las conductas deseables y en el que no se les amenace ya que la violencia incrementa el riesgo de que el niño aprenda a reaccionar de manera similar.
El niño con este síndrome necesitará acudir a educación especial.
También es conveniente que los padres acudan a ayuda profesional para aprender a lidiar con el cuidado de un niño con problemas de nacimiento.
El entrenamiento de los padres incluye formas de controlar los problemas de comportamiento y técnicas de control de estrés.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico