Bajo peso al nacer es un término que se utiliza para describir a los bebés que nacen con un peso menor a los 2.500 gramos. Los bebés con bajo peso al nacer son mucho más pequeños que los que nacen con un peso normal. Son muy delgados, con tejido adiposo escaso y su cabeza se ve más grande que el resto del cuerpo.
La Sociedad Española de Neonatología (SEN) ha alertado sobre el importante aumento del número de recién nacidos de alto riesgo en España (prematuros o de bajo peso).
El bajo peso al nacer es la segunda causa de muerte durante el período de lactancia, precedida por los defectos congénitos. Mediante la prevención y el tratamiento del bajo peso al nacer es posible aumentar el número de bebés que sobreviven al primer año de vida.
Los bebés con bajo peso al nacer pertenecen a dos categorías:
Los factores que aumentan la posibilidad de que una mujer tenga un bebé con bajo peso al nacer incluyen:
Muchos de estos factores se encuentran relacionados entre sí. El alto riesgo en el caso de las mamás adolescentes puede deberse más a la mala alimentación e inadecuada atención médica prenatal, ya que suelen ser adolescentes de escasos recursos. Por lo menos la quinta parte de todos los casos de bajo peso al nacer se relacionan con tabaquismo. Si lo unimos al bajo peso de la madre obtenemos la combinación que causa las dos terceras partes de los casos.
Las mujeres pueden reducir sus posibilidades de tener un bebé de bajo peso comiendo bien, no fumando ni consumiendo drogas, ingiriendo poco o nada de alcohol y buscando una adecuada atención médica.
Los bebés afroamericanos tienen el doble de posibilidades de nacer con bajo peso, porque tienen mayor posibilidad de nacer prematuros, incluso entre universitarias. Los bebés puertorriqueños tienen 1.5 más posibilidad de nacer con bajo peso que los blancos.
Los bebés de bajo peso son más vulnerables a las infecciones y muchas veces su desarrollo no es suficiente como para succionar por lo que necesitan ser alimentados por vía intravenosa. Además no tienen grasa para generar calor y es frecuente que sufran el síndrome de dificultad respiratoria (enfermedad de membrana hialina).
Los bebés con bajo peso son puestos en una incubadora (cuna antiséptica, con temperatura controlada) y alimentados por medio de sondas. Para contrarrestar la carencia sensorial de la incubadora, se recomienda a los empleados del hospital y a los padres brindar a los bebés un trato especial. El masaje suave parece propiciar su crecimiento, la organización del comportamiento, el aumento de peso, la actividad motora y el estado de alerta.
Con respecto a su desarrollo a largo plazo, estudios demuestran que suele ser bueno debido al seguimiento de apoyo. El género (los varones pueden tener más dificultades) y otros factores demográficos, como los ingresos de los padres o el nivel de educación de la madre así como su estado civil, parecen jugar un papel importante en si el niño con bajo peso al nacer sufrirá o no limitaciones emocionales y de lenguaje.