La extirpación de epulis es el procedimiento por el que se eliminan formaciones tumorales situadas en la encía (epulis) o en las partes blandas de la boca, y que pueden ser sólidas o quísticas.
Toda tumoración bucal debe ser diagnosticada y si es preciso eliminada quirúrgicamente, procediendo a su eliminación y siempre a su estudio histopatológico.
El paciente refiere la existencia de una tumoración localizada en alguna zona de la boca, que puede sangrar o ulcerarse.
Los quistes mucosos (mucoceles) pueden aparecer y reducirse tras su ruptura traumática, volviendo a aprecer tras un periodo de tiempo.
Una historia y exploración previas, la realización de un estudio radiológico, junto a una posición adecuada del paciente y del profesional, el uso de una técnica correcta y unas medidas de asepsia son normas imprescindibles para el éxito de esta cirugía.
La técnica de la tumorectomía o quistectomía debe realizarse de una forma reglada y comprende: anestesia correcta, incisión con margenes suficientes, disección y enucleación, revisión y sutura y cuidados postoperatorios.
Las complicaciones son muy infrecuentes y se dividen en inmediatas y mediatas (secundarias o tardías).
Las complicaciones inmediatas pueden ser: desgarros, hemorragias, heridas de partes blandas, lesiones de los nervios cercanos, enfisema submucoso, fractura de instrumental, etc.
Las complicaciones mediatas: infecciosas, hemorrágicas (de causa local o general); generales (bacteriemas, septicemias, glomerulonefritis, crisis hiperglucémica o hipertiroidea, descompensaciones cardiacas, hepatitis, etc).
Ver más