La bartolinitis es la inflamación, acompañada normalmente de infección, de las glándulas de Bartolino.
Las glándulas de Bartolino son dos glándulas vestibulares situadas a ambos lados de la entrada de la vagina. Cumplen funciones de lubricación en el acto sexual, por lo que se incrementa su secreción en ciertos momentos del ciclo menstrual.
La bartolinitis o inflamación de estas glándulas, se produce cuando se obstruye la salida del líquido por lo cual se acumula dentro de ellas pudiendo llegar a producir un quiste de 1 a 3 cm.
Este líquido además puede infectarse, produciéndose un absceso dentro de la glándula. Cursará con dolor que se incrementa al tocarlo, y en algunos casos malestar y fiebre.
Es conveniente tomar una muestra del líquido infectado para realizar un cultivo y saber que germen es el responsable de la infección y a que antibióticos es sensible.
Una infección y/o absceso de Bartolino se forma cuando se produce una obstrucción del drenaje de la glándula, por ello se acumula la secreción dentro de la misma glándula y se infecta por gonococos, clamidias u otras bacterias.
Es frecuente que se adquiera por transmisión sexual.
La mujer notará que tiene un pequeño bulto caliente en un lateral a la entrada de la vagina que produce mucho dolor ante una leve presión, incluso al caminar o sentarse y que puede ir aumentando de tamaño con el tiempo.
Los principales síntomas son:
Para confirmar el diagnóstico es necesario:
En ocasiones solo se produce inflamación la glándula de Bartolino, sin infección, y no es necesario hacer nada.
Se recomienda baños de asiento con agua templada en el bidet varias veces al día. A veces sólo con esta medida puede mejorar la inflamación y drenar espontáneamente y queda solucionado el problema.
Se pueden prescribir antibióticos de amplio espectro y analgésicos, pero no son siempre necesarios si el absceso se drena adecuadamente.
Si no drena bien es necesario hacer una pequeña incisión con bisturí, bajo anestesia local, que puede drenar por completo el absceso. Proporciona el mayor alivio y la recuperación más rápida. Se suele dejar un drenaje para facilitar esta curación total.
En caso de repetición crónica del absceso, es posible que el médico recomiende la extirpación de las glándulas de Bartolino.