Una biopsia es la extracción de una pequeña porción de tejido para examinarla luego en el laboratorio al microscopio con diferentes técnicas de observación o tinción.
Un tipo de biopsia es la que se realiza por punción (percutánea o a través de la piel). En ella se extrae tejido utilizando una jeringa con una aguja muy gruesa. Con ella y a través de la piel se llega hasta el tejido a analizar con la ayuda de un a aparato de Rayos-X o TAC para saber donde tomar la muestra.
Otra es la biopsia abierta, que es ya un procedimiento de cirugía en la que se utiliza anestesia local o general, dependiendo del tejido a analizar. Una variante a esta es la biopsia cerrada, en ella hace una pequeña incisión de manera que se puede introducir un instrumento similar a una cámara, el cual ayuda a guiar al cirujano al lugar apropiado para tomar la muestra.
Haya que ofrecer información al médico de los medicamentos que puedan dar problemas de sangrado y se estén tomando, por ejemplo ácido acetilsalicílico, otros antinflamatorios no esteroideos (AINES) y Sintron®. Todos ellos deben de ser suspendidos días antes del procedimiento.
En las biopsias por punción, sin anestesia, se sentirá un pinchazo agudo en el sitio de la intervención. En las demás biopsias, como se utiliza anestesia, el procedimiento será indoloro.
La biopsia se realiza para tener datos exactos de un tejido en búsqueda de una patología o descartarla.
Las biopsias anormales significan que los tejidos o células tienen una estructura diferente a la normalidad, que puede dar resultados muy diversos en diferentes enfermedades.
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