Debe acostumbrarse a tres comidas diarias y entre ellas permanecer sin comer nada de forma inflexible.
Se recomienda el control del peso mediante una buena báscula o del volumen con una cinta métrica, ya que demuestran los resultados y fortalecen la voluntad y la perseverancia.
Es muy conveniente realizar una buena digestión.
Están prohibidas las nata, la mantequilla, embutidos grasos, salsas con harinas, los tipos de carne, pescados, aves y quesos grasos. Se debe disminuir considerablemente la ingesta de sal común, patatas, harinas y golosinas.
Evitar especialmente los bombones, nueces, pasteles pesados, salsa mahonesa.
Es recomendable tomar poco café, nada de alcohol, y tratar de no beber durante las comidas.
Té, agua mineral, jugo de naranja, leche y yogures descremados, requesón, fruta y verdura crudas (no abusar de la fruta dulce en las comidas), ensalada de vegetales frescos, vinagre y como mucho una cucharadita de moka de aceite vegetal con carnes y pescados.
Para condimentar se puede emplear sal de régimen, vinagre, hierbas de cocina. Mejor que la miel o azúcar son los edulcorantes artificiales (sacarina).
Por la mañana, tomar una taza de infusión laxante y 1/2 o 1 hora después desayunar abundantemente, al mediodía comer con moderación, para merendar tomar una manzana como máximo, por la noche una comida pobre en calorías.
UNA DISMINUCIÓN DE PESO PROGRESIVA ES MUCHO MEJOR QUE UNA RÁPIDA PÉRDIDA DE PESO.