El electrocardiograma es una prueba diagnóstica no invasiva que evalúa la actividad eléctrica del corazón.
El electrocardiograma (ECG o EKG) es una herramienta muy importante para detectar cardiopatías y para diagnosticar posibles trastornos del corazón.
Actualmente el electrocardiograma es la principal prueba de diagnóstico en cardiología, aunque existen otros exámenes complementarios que pueden ayudar al estudio cardiológico.
Se utiliza también de forma habitual para evaluar el estado del paciente durante y después una cirugía, así como durante la estancia en las unidades de cuidado intensivo (UCI).
El electrocardiograma (ECG o EKG) es un examen no invasivo para el diagnóstico de enfermedades cardíacas. Mediante este estudio se obtiene la representación gráfica de las fuerzas eléctricas que trabajan sobre el corazón durante el ciclo cardíaco de bombeo y llenado.
Para realizar el ECG, se colocan de 12 a 15 electrodos adhesivos en las manos, piernas y tronco del paciente. Estos electrodos recogen los pulsos eléctricos que emite el corazón y los transmiten a un dispositivo que convierte los datos en una representación gráfica del ciclo cardíaco.
Durante el ciclo cardíaco de bombeo y llenado, un patrón conocido de pulsos eléctricos cambiantes refleja exactamente la acción del corazón. La actividad del corazón representada por sus ondas características puede ser evaluada instantáneamente en un monitor o ser impresa sobre un papel milimetrado para su posterior estudio.
El ECG es indoloro y el proceso se completa en unos pocos minutos. Lo más frecuente es que se haga con el paciente tumbado y tranquilo.
El ECG Es especialmente útil en el diagnóstico de arritmias cardíacas y puede proporcionar información sobre la presencia de enfermedad coronaria antigua o reciente, así como otros problemas cardíacos.
Las indicaciones para realizar un electrocardiograma son:
No es recomendable ni útil hacer un electrocardiograma en otros casos porque existen muchas anomalías en el trazado que pueden ser consideradas normales y solo serán un factor de estrés para la persona sana que se practique el examen.
El electrocardiograma siempre debe ser un complemento de un interrogatorio completo y un examen físico minucioso que incluya la toma de presión arterial, la verificación de la normalidad de los pulsos arteriales y la evaluación de los ruidos del corazón durante la auscultación.
Las ondas en un registro normal se denominan P, Q, R, S y T y siguen un orden alfabético. El número de ondas puede variar, y otras ondas pueden estar presentes.
Cuando se observa la presencia de todas las ondas en el electrocardiograma y estas ondas siguen el orden definido alfabéticamente, se dice que el corazón muestra un ritmo normal.
Se indica que el corazón muestra arritmia cuando los intervalos de tiempo entre ondas, el orden, o el número de ondas no se ajusta al patrón establecido. Otras características que pueden estar alteradas incluyen variaciones en la dirección de la onda o en el ancho de la de onda.
Se requiere un conocimiento especializado para la interpretación de los electrocardiogramas.