El hemangioma es un tumor benigno de los vasos sanguíneos que se presenta como una lesión rojiza en la piel, frecuentemente en la boca, ojos, ano o nariz.
La palabra hemangioma viene del griego "hemagio" que quiere decir relacionado con los vasos sanguíneos, y "oma" que representa una hinchazón o tumor.
Los hemangiomas son el tumor benigno que más comúnmente se presenta en los recién nacidos. Normalmente aparece pocos días o semanas después del nacimiento aunque puede estar presente en el momento de nacer.
La mayoría se encuentran en el área de la cabeza y el cuello, seguido del tronco y las extremidades. Son tumores hechos de múltiples vasos sanguíneos (venas y capilares) que le dan a la piel un color rojizo y elevado característico. En ocasiones se pueden encontrar internamente en el hígado, el pulmón y el tracto gastrointestinal.
La evolución del hemangioma consiste en una fase de crecimiento rápido, una fase de estabilización y una fase de regresión. Esta última es más lenta, pero la mayoría tienden a remitir.
Los hemangiomas crecen rápidamente durante los primeros meses de vida del niño, hasta los 10 meses de edad. Una vez pasa esta etapa, el tumor crece a la par que el resto del cuerpo y empieza a desarrollar una regresión. Ya para los 5 años de edad su color rojizo se ha ido y para los 10 años de edad ha desaparecido completamente, aunque siempre va a quedar una marca tenue y pálida del área.
Algunos hemangiomas (en los labios y en el area genito-anal) tienden a ulcerarse y sangrar durante esta etapa de involución.
La causa exacta se desconoce. La lesión es consecuencia de un aumento en la proliferación de las células dentro de los vasos sanguíneos.
Los hemangiomas tienen una incidencia de 10-12% en la población general. Los hemangiomas son más frecuentes en niñas que en varones (3 a 1).
El hemangioma es más habitual en:
El síntoma principal es una lesión plana y rojiza, que normalmente no supone más que los problemas estéticos.
Sin embargo, dependiendo de la localización de la lesión pueden aparecer complicaciones:
Otra complicación importante de los hemangiomas, sobretodo si son grandes, es la hemorragia del mismo y la formación de llagas.
El especialista debe evaluar la lesión para valorar si afecta a planos profundos y si compromete a algún órgano. También se debe descartar que no sea una malformación vascular, que es una lesión muy parecida pero que tiene tendencia a crecer siempre, en vez de regresar. Con este fin se puede realizar un escáner (TAC) o una resonancia magnética (RMN).
El manejo principal de los hemangiomas consiste en observarlos y la inmensa mayoría no requieren terapia agresiva médico-quirúrgica.
Aquellos que sangran o se ulceran se manejan con presión directa y antibióticos locales y/o sistémicos.
Los tumores hemagiomatosos más grandes, que puedan causar problemas obstructivos, necesitan medidas más agresivas, tales como:
La cirugía rara vez esta indicada en los niños. Sólo se debe utilizar para aquellos tumores grandes que no responden a manejo médico agresivo, que puedan causar situaciones que pongan la vida del niño en peligro o alguna de sus funciones corporales, o bien que estén causando alguna desfiguración facial significativa que pueda acarrear problemas psicológicos al niño en su vida futura.
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