El huevo huero es la situación en la que se produce un embarazo con ausencia de embrión dentro del saco gestacional.
Es la causa más frecuente de aborto durante el primer trimestre de embarazo.
Un test de embarazo puede dar un resultado positivo porque a pesar de no haber embrión las hormonas propias del embarazo (como la gonadotropina) se forman en las membranas que rodean al embrión y en la placenta.
La causa que produce el huevo huero es un fallo en el desarrollo del embrión al inicio de la gestación. Suele producirse por anomalías genéticas o cromosómica producidas en el momento de la fecundación. El embrión no se forma aunque la bolsa corial (saco gestacional que rodea al embrión) siga creciendo durante un tiempo indeterminado.
El huevo huero se detecta mediante una ecografía donde se observa que no hay estructuras embrionarias dentro del saco gestacional. A las 6 semanas de embarazo ya debería ser visible el embrión en la ecografía.
Es importante repetir la ecografía al de unos días para tener la seguridad del diagnóstico.
Si la mujer expulsa de manera natural el saco gestacional (aborto espontáneo) no es necesario ningún otro tipo de tratamiento adicional. En caso contrario, se provoca un legrado (raspado) para expulsar el saco gestacional evitando que pueda necrotizarse y las sustancias tóxicas puedan alterar la salud de la mujer.
Haber sufrido un huevo huero no impide gestaciones normales posteriores.