
¿Qué es un aborto espontáneo?
Un aborto espontáneo es la pérdida involuntaria del feto antes de la semana 20 de embarazo.
En aquellos casos en los que no se expulsa el feto y la placenta hablamos de un aborto diferido o aborto retenido.
Si la pérdida se produce después de la semana 20 estaríamos hablando de muerte fetal.
En caso de presentarse dos o más abortos espontáneos, se deben buscar causas específicas.
¿Cuál es la causa del aborto espontáneo?
Se ha calculado que entre el 50 y el 70 % de las gestaciones humanas terminan en aborto de manera espontánea y la mayoría no se reconocen ni siquiera como embarazo porque ocurren durante el primer mes.
De los embarazos diagnosticados como tal, entre el 10 y 15% terminan como un aborto espontáneo.
En muchas ocasiones, existe una alteración genética que impide la formación de un embrión, situación conocida como embarazo anembrionado o huevo huero que es causa frecuente de pérdidas tempranas del embarazo.
En la mayoría de los casos, los abortos se producen por alteraciones cromosómicas en el feto que no tienen por qué estar presentes en los genes de los padres, si no que se trata de mutaciones espontáneas.
El riesgo es mayor en mujeres de más edad y en aquellas que han sufrido abortos previos.
La edad avanzada del padre también se ha asociado con estas alteraciones de los cromosomas.
Las otras causas de aborto espontáneo son factores maternos como:
- Infecciones, sobre todo si afectan el sistema urinario y otras como el citomegalovirus, salmonella y malaria.
- Anormalidades anatómicas del aparato genital femenino como la insuficiencia cervicouterina es decir que el cérvix no permanece cerrado (puede ser congénita o adquirida después de algún procedimiento), sinequias, miomas y anomalías congénitas como el útero septado o el bicorne, por ejemplo.
- Enfermedades crónicas como la diabetes mellitus no controlada, la obesidad, alteraciones de la glándula tiroides y enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico.
- Cáncer en tratamiento con radioterapia o quimioterapia.
- Cirugías en el abdomen y traumatismos muy severos.
- Deficiencias nutricionales: no es frecuente, pero la hiperémesis gravídica en donde el exceso de vómito produce desnutrición grave podría generar un aborto.
- Entorno social y alteraciones mentales, en especial en compañía del uso de alcohol, tabaco y drogas ilícitas.
- Uso excesivo de cafeína.
- Ocupación y otros factores ambientales como la exposición a altas dosis de rayos X o a toxinas como el bisfenol, el insecticida DDT, bifenilos, sustancias usadas para esterilizar material en los hospitales y el óxido nitroso, un gas utilizado en procedimientos odontológicos.
¿Cuáles son los síntomas del aborto espontáneo?
Las manifestaciones clínicas de una amenaza de aborto o un aborto en curso pueden ser:
- Dolor en la región baja de la espalda o dolor abdominal o pélvico tipo cólico.
- Material en forma de coágulos que es expulsado por la vagina.
- Sangrado vaginal con o sin dolor.
¿Cuál es el tratamiento del aborto espontáneo?
Es importante vigilar y examinar todo el contenido que se expulsa por la vagina para identificar la placenta y diferenciarla de una mola hidatiforme.
En algunos casos es necesario hacer un legrado o administrar fármacos para eliminar todos los restos que queden en el útero.
Se recomienda esperar al menos un ciclo menstrual normal antes de volver a quedarse embarazada.
En caso de presentarse dos o más abortos espontáneos, es necesario buscar una causa. Esto es particularmente relevante si el deseo es tener un embarazo exitoso en el futuro.



Dr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico