El legrado uterino, también llamado dilatación y curetaje, consiste en raspar con una legra o cureta (instrumento en forma de cuchara) las paredes internas del útero (endometrio).
Este procedimiento se puede realizar en un consultorio aplicando anestesia local en el cérvix o en sala de operaciones con anestesia general.
Se recomienda realizar preparación cervical previamente a realizar un legrado en los casos no relacionados a abortos. La preparación cervical consiste en administrar misoprostol (medicación) por vía vaginal unas horas antes del procedimiento. El misoprostol produce que el cérvix se vuelva un poco más suave y permita su apertura.
En los casos de abortos, se recomienda administrar antibióticos por vía oral para la prevención de infecciones antes de realizar un legrado.
Inicialmente se debe colocar a la mujer en posición ginecológica (acostada en una camilla con las piernas separadas), misma posición que cuando se va a realizar un Papanicolaou.
Se coloca un espéculo o separador vaginal y se inserta el dilatador que consiste en una varilla de metal no afilada, con punta roma, la cual permite la apertura del cuello uterino o cérvix.
Una vez realizada la dilatación, esta permite que se introduzca una cureta o cuchara de metal afilada dentro de las paredes uterinas, realizando un raspado y extracción del tejido endometrial.
Actualmente se utiliza el método de aspiración con curetas de plástico, ya que son más eficaces y tienen menos riesgos de complicaciones.
Las indicaciones de un legrado se dividen en dos grupos: para diagnosticar una enfermedad o como tratamiento de una enfermedad.
Para diagnóstico de enfermedad:
Para tratamiento de enfermedad:
Se recomienda que todo tejido que se extrae por medio de un legrado debe ser enviado a biopsia, primero para confirmar un diagnóstico y segundo para descartar células cancerosas.
En los casos de abortos, el legrado con cureta metálica se ha ido remplazando por la aspiración con vacío manual o eléctrica. Mientras tanto el legrado para diagnostico también se ha ido remplazando por la biopsia endometrial en consultorio.
Si no presenta ninguna complicación posterior al procedimiento podrá ir a casa el mismo día.
Puede experimentar más flujo vaginal, o sangrar escasamente durante unos días y, después, notar un ligero dolor en la parte baja de la espalda. Con todo, puede empezar una vida normal casi inmediatamente.
No debe utilizar tampones ni mantener relaciones sexuales durante unas semanas, hasta que el cérvix esté normal y el endometrio sane completamente.
A pesar de que el legrado es un procedimiento quirúrgico menor, todas las operaciones tienen algún riesgo de complicación. La más común de la dilatación y legrado es la ruptura uterina (orificio o perforación en el fondo uterino). En casos muy raros pueden aparecer infecciones hasta en 1-2% de las pacientes sometidas a legrados; hemorragias, laceraciones del cérvix y adherencias endometriales.
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