El latigazo cervical o también llamado síndrome del latigazo cervical es un síndrome en el cual se produce una fuerza y movimiento externos anormales sobre el cuello produciendo una lesión cervical.
El latigazo cervical produce una rotura o distensión de los tejidos blandos del cuello por una sacudida brusca rápida. La sacudida se debe normalmente una aceleración o una frenada que genera un desplazamiento súbito de la cabeza.
Al producirse este movimiento incontrolado, los ligamentos y otras estructuras del cuello llegan a su máxima elasticidad y al superarla se rompen parte de las fibras. Además, puede ocurrir un pinzamiento anormal de las facetas articulares de las vértebras del cuello, así como lesión de los anillos fibrosos de los discos intervertebrales.
El latigazo cervical es muy frecuente en accidentes de circulación por la desaceleración brusca que produce un choque frontal o bien tras un choque por la parte trasera. En cualquier golpe de este tipo la cabeza báscula rápidamente e incontroladamente hacia delante y atrás forzando y rompiendo estructuras tendinosas y ligamentos articulares.
También se pueden producir en lugares de ocio o parques temáticos en diferentes atracciones de giros o saltos con rápidas aceleraciones o frenadas y en ciertos deportes de riesgo.
Se ha estudiado que las fuerzas y el movimiento resultado que causan la lesión por latigazo no están relacionadas directamente al arco de movimiento de cuello ni a la cantidad de flexión-extensión (el llamado latigazo) que presenta el cuello, si no al movimiento anómalo que se produce en los segmentos del cuello como resultado de la fuerza externa.
Los principales síntomas del latigazo cervical son:
Anteriormente se realizaba ampliamente la recomendación del uso de un collarín cervical. Sin embargo, se ha encontrado que aquellos pacientes quienes no se mantienen inmovilizados (en ausencia de una fractura u otra lesión que requiera tratamiento quirúrgico) reportan una recuperación y una disminución del dolor más temprana.
Se recomienda que el paciente se mantenga activo, aún si aún persiste con cierto dolor, buscando integrar unos arcos de movimiento lo más completos para el cuello tan pronto como sea posible.
Los medicamentos antiinflamatorios, como Ibuprofeno o paracetamol se utilizarán durante 8 a 10 días para el manejo del dolor, y se pueden complementar con el uso de apósitos o compresas con calor.
Durante las primeras semanas se debe evitar realizar esfuerzos físicos, pero se deberá de mantener un estilo de vida activo. No es necesaria ninguna rehabilitación inicial, aunque se puede recomendar la terapia física en pacientes con dolor crónico.