La miastenia gravis es una enfermedad autoinmune neuromuscular que se manifiesta con una debilidad variable de los músculos, principalmente de aquellos que se encuentra bajo el control voluntario.
Entre los músculos afectados se suelen encontrar aquellos que controlan el movimiento ocular, los párpados, la masticación, la deglución, la tos y la expresión facial.
Los músculos que controlan la respiración y los movimientos de los brazos y piernas también pueden verse afectados. La debilidad de los músculos necesarios para respirar puede ocasionar dificultad respiratoria y de la capacidad de toser.
Los músculos involucrados en la miastenia gravis varían enormemente de un paciente a otro. Si la debilidad afecta únicamente a los músculos que controlan el movimiento de los ojos y párpados se llama miastenia ocular y se considera la variante más leve de la enfermedad. La variante más severa involucra los músculos necesarios para respirar. La mayoría de los pacientes se encuentran entre ambos extremos.
Cuando la debilidad muscular es severa e involucra los músculos respiratorios, la hospitalización suele ser necesaria.
La miastenia gravis es debida a un defecto de transmisión de los impulsos nerviosos a los músculos en la unión entre las fibras nerviosas que transmiten los impulsos cerebrales y las fibras musculares.
La miatenia gravis es más común en mujeres jóvenes y hombres mayores. No se hereda directamente aunque ocurre ocasionalmente en más de un miembro de la misma familia.
No es una enfermedad contagiosa.
Los principales síntomas son debidos a la debilidad de los músculos de control voluntario e incluyen:
Existen numerosas posibilidades para tratar la miastenia gravis. No hay un tratamiento generalizado para todos los que padecen la enfermedad y no todos los pacientes responden igual a todos los tratamientos.
Algunos tratamientos pueden ser más adecuados que otros en función de la edad, la existencia de otras enfermedades o los efectos secundarios. La combinación de varios tratamientos puede resultar también una posibilidad óptima para determinados pacientes.
Los principales tratamientos para la miastenia gravis son:
Algunos medicamentos pueden agravar la enfermedad. Debe consultar con su médico previamente si toma o va a tomar algún otro medicamento.
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