La neumonía es una enfermedad inflamatoria de los pulmones causada por una infección.
La neumonía (o pulmonía) es una enfermedad severa y muy frecuente, que afecta a 1 de cada 100 personas todos los años. Pueden estar causadas por múltiples microorganismos distintos, y su severidad varía entre leve y crítica.
Las neumonías suelen clasificarse en 2 grandes grupos:
Dentro de las neumonías, existen multiples síndromes distintos, variando según el modo de producirse la infección y el MICROORGANISMO causante. Algunos de estos síndromes son:
- Neumonías víricas (neumonitis). Muchos virus pueden producir neumonía (suele hablarse de "neumonitis" en estos casos): Gripe, varicela-zóster, o citomegalo-virus (CMV), por ejemplo.
- Neumonías por protozoos. La más grave es la producida por Pneumocystis carinii, que afecta sobre todo a los pacientes con SIDA y a otros inmunodeprimidos.
- Neumonías eosinófilas. No son propiamente neumonías por cuanto no se demuestra infección ni infestación. Incluyen, entre otras, la eosinofilia pulmonar aguda o síndrome de Löeffler, y la neumonía eosinofílica crónica.
Los síntomas y signos más típicos de neumonía son:
Examen físico. Estertores crepitantes a la auscultación pulmonar, en el área afectada.
Radiografía de tórax. Signos radiográficos característicos.
Cultivos. El aislamiento en la sangre, esputo u otros tejidos da el diagnóstico definitivo del MICROORGANISMO causante.
Otros. Pueden ser necesarias una gasometría(medida de la concentración de O2 y CO2 en sangre), o un Scanner (TAC) torácico para definir mejor determinadas imágenes radiográficas. Si una neumonía persiste a pesar del tratamiento, puede ser necesaria una fibrobroncoscopia (estudio directo del árbol bronquial con un tubo flexible de fibra óptica).
Consiste en la administración de antibióticos, cuya elección, dosis y vía de administración dependerá del MICROORGANISMO causante.
Los antibióticos NO son eficaces en las neumonítis víricas; en algunas de ellas pueden utilizarse antiviralesespecíficos.
Las medidas de sostén incluyen oxígeno, líquidos y fisioterapia para expulsar secreciones.
Los enfermos con neumonía aguda no complicada suelen recuperarse en 2-3 semanas con el tratamiento correcto. Sin embargo, pueden ocurrir complicaciones muy serias, sobre todo en pacientes de edad o con enfermedades debilitantes. La dos complicaciones más temibles son:
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