El vértigo de Ménière es una enfermedad crónica del oído medio caracterizada por la pérdida de audición, vértigo rotatorio y zumbidos que se produce en brotes que tienen una duración variable. Estos tres síntomas se suelen producir a la vez durante las crisis que pueden durar desde algunos minutos hasta varias horas. Estas crisis se repiten con frecuencia variable (una vez al día, una vez a la semana, una vez al mes, etc.).
Esta enfermedad debe su nombre al médico francés Prosper Ménière que la estudió a mediados del siglo XIX.
El vértigo de Ménière se debe a una acumulación en el laberinto de líquido endolinfático. El laberinto es una parte del oído fundamental para las funciones del equilibrio y la audición.
Esta acumulación de líquido en el laberinto distorsiona ambas funciones y aparecen los síntomas típicos de la enfermedad antes descritos.
Esta acumulación puede producirse, o bien por un exceso en la producción de líquido o un defecto en su eliminación. Las causas por las que se produce esta acumulación de líquido no están claras, aunque se cree que puede deberse a factores genéticos.
Los síntomas suelen ser unilaterales (sólo afectan a un oído).
Los principales síntomas que suele producir el vértigo de Ménière son:
A esta triada de síntomas característicos de la enfermedad se pueden añadir de forma frecuente:
Para su diagnóstico es necesario explorar ambos oídos y descartar lesiones en el oído medio, y realizar dos pruebas que exploren el equilibrio y la audición, que son las pruebas vestibulares para explorar el equilibrio del paciente, y una audiometría que demuestre y cuantifique el grado de hipoacusia (sordera) que sufre, y además permita compararla con audiometrías realizadas más adelante para ver si existe una progresión objetiva o no.
Si aún existieran dudas después de estas pruebas (no suele ser así), se tendrán que realizar pruebas más específicas (TAC, RMN, estudio electrofisiológico, etc.) que descarten otros problemas intracraneales que puedan producir un vértigo (por ej.: neurinoma del nervio acústico).
Otras posibles pruebas a realizar son:
Es una enfermedad crónica y no existe una curación total aunque se pueden paliar sus efectos, principalmente los vértigos.
Normalmente el cuadro se controla con tratamiento farmacológico; diurético y antivertiginoso (Tietilperacina), pero alrededor del 30 % no se resuelven con este tratamiento.
Además, es recomendable llevar una dieta baja en sal para reducir la presión en el oído. Un posible tratamiento alternativo es la inyección intratimpánica, en el oído, de Gentamicina (un producto que ataca las células enfermas del oído interno que son las que provocan la enfermedad vertiginosa). Tras varias inyecciones el paciente puede dejar de sentir vértigo durante un largo periodo de tiempo pero puede notar una pérdida de audición en el oído donde se hayan aplicado las inyecciones.
Si los cuadros son muy crónicos y aparecen síntomas persistentes de vértigo e hipoacusia (pérdida de audición) se puede realizar una neurectomía del nervio vestibular.
La neurectomía es una intervención que se realiza entrando por el hueso temporal de la cabeza, a través del oído interno hasta alcanzar el haz nervioso del nervio auditivo y vestibular para seccionar el vestibular.
La neurectomía del nervio vestibular consiste en cortar el nervio del equilibrio dentro del cráneo para evitar los vértigos pero es una operación que tiene riesgos y efectos secundarios.
Por último, las descompresiones del saco endolinfático, aún sin curar los zumbidos o revertir la pérdida de audición pueden mejorar o eliminar los vértigos.
Los tratamientos suelen realizarlos especialistas en Otorrinolaringología. Si la persistencia aconseja la neurectomía se realiza en colaboración con un Neurocirujano.
También puede realizarse una laberintectomía, en la que se elimina quirúrgicamente el oído interno.
En esta técnica la audición quedará afectada irremediablemente, pero curará el invalidante vértigo.
Normalmente se utiliza en casos muy severos en los que la audición del enfermo se afectaría severa e irreversiblemente.
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