¿Qué es la mancha mongólica?
La mancha mongólica o nevus congénito es una marca de color oscuro, por lo general azul grisáceo, azul verdoso o marrón, de mayor o menor extensión que aparece en la piel del recién nacido casi siempre en la región de los glúteos y el sacro.
Por lo general, se busca diferenciarla de otras lesiones similares con implicaciones muy diferentes.
Una de ellas son las manchas de color café con leche que aparecen en personas con un trastorno genético llamado neurofibromatosis.
Los lunares normales o nevus azules aparecen después del nacimiento, con el crecimiento y por eso son diferentes.
En algunas ocasiones se han confundido con hematomas o moretones, lo que puede interpretarse erróneamente como un caso de maltrato infantil.
¿Cuáles son los síntomas de la mancha mongólica?
Pueden aparecer de diferentes formas, normalmente en forma de manchas pequeñas, en cualquier parte del cuerpo.
Las verdaderas manchas mongólicas aparecen en la parte inferior de la espalda o en los glúteos, pero también puede aparecer en otras áreas, incluyendo el tronco o los brazos.
¿Cómo se puede detectar?
Sólo a la exploración visual se pueden confirmar.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Las manchas mongólicas pueden persistir por meses o años y no se convierten en cáncer ni desarrollan otros síntomas.
El resto de manchas tienden a modificarse a más o menos extensión y el tratamiento es puramente estético.
Se debe controlar su evolución sobre todo si se ve alterada su apariencia o si tienen un mayor riesgo de cáncer.
Los dermatólogos recomiendan vigilar las manchas mongólicas que no tengan una presentación típica porque pueden asociarse con diferentes enfermedades poco frecuentes, especialmente con errores congénitos del metabolismo.
Los signos de alarma para tener una valoración más amplia son:
- Manchas de más de 10 cm de diámetro.
- Manchas múltiples o muy oscuras.
- Manchas que no estén en los glúteos o parte baja de la espalda.
Las dos enfermedades raras que se asocian con mayor frecuencia con manchas mongólicas atípicas son la gangliosidosis GM1 y la mucopolisacaridosis tipo 1 o enfermedad de Hurler.




Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico