
¿Qué es el cáncer de piel?
El cáncer de piel es una enfermedad en la que las células de la piel crecen de manera descontrolada, frecuentemente como resultado de una exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV).
Es una de los tipos de cáncer más comunes a nivel mundial, representando aproximadamente el 10% de todos los casos de cáncer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Europa se diagnostican alrededor de 250.000 nuevos casos cada año.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo?
Los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer de piel incluyen:
- Exposición a radiación ultravioleta (mediante exposición directa a la luz solar o mediante fuentes de luz ultravioleta artificiales como cabinas de bronceado).
- Edad (más probable a partir de los 50 años).
- Susceptibilidad genética (aproximadamente entre el 5% y el 10% de todos los melanomas tienen antecedentes familiares.).
- Género (los hombres son más propensos a padecerlo).
- Factores constitucionales (color de cabello, número de lunares, color de la piel, etc.).
La radiación ultravioleta es el principal factor de riesgo. Las quemaduras solares acumulativas pueden inducir inmunosupresión y favorecer la aparición de cáncer de piel.
¿Cuáles son los principales tipos de cáncer de piel?
Los tres tipos principales de cáncer de piel son:
Los dos primeros se agrupan bajo el término "cáncer de piel no melanoma". El carcinoma basocelular representa aproximadamente el 75% de los casos dentro de este grupo, mientras que el carcinoma espinocelular abarca la mayoría del resto. Estos tipos de cáncer rara vez invaden otras partes del cuerpo.
El melanoma, aunque menos frecuente, es el tipo más agresivo, ya que tiene una alta probabilidad de metastatizar y puede ser fatal.
Existen otros tipos menos frecuentes como:
- Carcinoma de células de Merkel.
- Linfomas cutáneos (como la micosis fungoide).
- Sarcomas de la piel.
- Angiosarcoma.
- Dermatofibrosarcoma protuberans.
- Sarcoma de Kaposi.
- Leiomiosarcoma.
¿Cuáles son las causas?
Los cánceres de piel no melanoma están directamente relacionados con la exposición acumulativa a la radiación ultravioleta (UV).
En el caso del melanoma, se ha relacionado con exposición solar intermitente y quemaduras solares, especialmente en la infancia y adolescencia. Sin embargo, la evidencia aún no es completamente concluyente.
¿Cómo se puede diagnosticar?
El diagnóstico se realiza mediante un examen visual completo de la piel por parte de un profesional médico. En el caso del melanoma, el objetivo es detectarlo antes de que invada otros tejidos y cause metástasis.
El examen debe incluir:
- Toda la superficie de la piel, incluyendo el cuero cabelludo, membranas mucosas y uñas.
- Biopsia de cualquier lesión sospechosa o registro fotográfico para seguimiento.
¿Cómo se pueden tratar?
El tratamiento depende del tipo y la gravedad del cáncer de piel. Las opciones incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia.
En función del tipo de cáncer de la piel se usan los siguientes tratamientos:
- Carcinoma basocelular: Los tratamientos utilizados para el carcinoma basocelular incluyen electrodesecación y legrado (EDC), escisión quirúrgica, criocirugía, radioterapia, terapia con láser, cirugía de Mohs, 5-fluorouracilo tópico, terapia fotodinámica e inmunomoduladores tópicos como el Imiquimod. La elección de la terapia depende de las características del tumor.
- Carcinoma espinocelular: La escisión quirúrgica y la cirugía de Mohs son los tratamientos estándar. La criocirugía y la electrodesecación y legrado (EDC) se utilizan para lesiones premalignas y tumores primarios pequeños.
- Melanoma: Para un melanoma cutáneo recién diagnosticado, es necesaria una escisión quirúrgica amplia de la lesión con un margen de piel normal para eliminar todas las células malignas y minimizar la posible recurrencia local.
¿Cuál es el pronóstico del cáncer de piel?
Si el cáncer de piel se detecta y trata a tiempo mediante cirugía, la tasa de curación es del 95%.
En el caso del melanoma, la tasa de supervivencia a cinco años ha mejorado significativamente. En la década de 1930 era del 40%, mientras que actualmente supera el 80%.
Si el melanoma se diagnostica en una etapa temprana, suele ser curable. Sin embargo, si se disemina a otras partes del cuerpo, su tratamiento es más complicado y puede ser letal.



Fernando Martínez Sáez
Redactor y divulgador de temas científicos, médicos y sanitarios. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
Autor originalDr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Revisor clínico