Las hormonas tiroideas son medicamentos usados cuando existe un déficit de hormonas tiroideas producidas de forma endógena por la glándula tiroides. Esta deficiencia debe ser compensada con hormonas tiroideas externas.
La glándula tiroides produce dos tipos de hormonas, la triyodotironina denominada T3 y la tiroxina llamada T4 que juegan un importante papel en el metabolismo corporal y en el crecimiento.
Las hormonas tiroides son usadas para tratar el hipotiroidismo, el cretinismo y el coma mixedematoso.
Para compensar el déficit de hormonas tiroideas se puede usar hormonas tiroides naturales (tiroides disecada) provenientes de tiroides de vacas, cerdos u ovejas que son secadas, deshidratadas y procesadas.
Su empleo está actualmente en desuso por la mejor efectividad de las hormonas tiroideas sintéticas ya que las dosis de las hormonas naturales son difíciles de adaptar.
Existen dos compuestos sínteticos ampliamente usados hoy en día para tratar la falta de hormonas tiroideas:
La levotiroxina (Eutirox, Dexnon, Levotiroxina Sanofi, Levotiroxina sódica Teva) se administra por vía oral y su efecto comienza a dar resultados al de una semana de su administración. En el hipotiroidismo no severo se comienza con dosis de 50 microgramos al día incrementándose cada 2 o 4 semanas hasta alcanzar la dosis de mantenimiento que suele estar entre 100 y 200 microgramos diarios.
La liotironina se administra también por vía oral y tiene un efecto más rápido, notando su incidencia al de 1 o 2 días. En casos de coma hipotiroideo puede administrarse por vía intravenosa.
En general, para un tratamiento crónico se prefiere la levotiroxina porque sus efectos son más duraderos.
El liotrix es una combinación de ambos compuestos (liotironina + levotiroxina) que se comercializa en algunos países.
La administración de hormonas tiroideas puede provocar los siguientes efectos secundarios: